"No sé cómo podemos seguir en la situación actual. Recen por el P. Tom. No sabemos si está muerto o no"
Mons. Paul Hinder, Vicario Apostólico de Arabia del Sur, ha pedido oraciones por los sacerdotes, por las Misioneras de la Caridad y por el sacerdote secuestrado Tom Uzhunnalil, cuya situación actual es incierta. “No sé cómo podemos seguir en la situación actual”, dijo muy conmovido. “Y recen por el P. Tom. Si está muerto o no, no lo sabemos”.
En Yemen la situación de violencia empeora. Según Naciones Unidas 6.000 personas han muerto debido a los enfrentamientos entre los grupos terroristas musulmanes Al Qaeda y el Estado Islámico que han realizado ataques contra diversos poblados.
El 4 de marzo, un grupo de terroristas islámicos asaltó el albergue para ancianos y personas con discapacidad que administran las Misioneras de la Caridad en Aden (Yemen), asesinaron a cuatro de las religiosas y otras doce personas y secuestraron al P. Tom Uzhunnalil.
Este dos de septiembre el Vicario Apostólico de Arabia del Sur habló brevemente al finalizar un simposio sobre la Madre Teresa, fundadora de las Misioneras de la Caridad, y expresó: “Sufro debido a la situación que ha surgido en Yemen, donde 7 millones de personas mueren de hambre; no hay seguridad para nadie, no es un asunto de ser cristianos o musulmanes”, dijo. “La inseguridad es general en todo el país, causada por la guerra civil”.
Algunos reportes de inicios de 2016 señalaban que la liberación del P. Tom podría realizarse pronto. Sin embargo, Mons. Hinder precisó que se desconoce la situación actual del sacerdote.
Aciprensa cita las palabras del Vicario Apostólico de Arabia del Sur cuando destaca la valentía de la Misionera de la Caridad. También recordó que “algunos días después de que las hermanas fueron asesinadas, el 4 de marzo, me reuní con la única sobreviviente. Lo primero que me dijo es: ‘quiero regresar, tan pronto como sea posible y tan pronto como tenga permiso”.
Mons. Hinder pidió oraciones para que sacerdotes y otros puedan unirse a las religiosas en su trabajo en la zona, a pesar de las dificultades de visas y otros trámites debido a la guerra civil. “La misión en el estado de guerra, a pesar de la dificultad, debe continuar”, dijo.
Refiriéndose al P. Tom, Mons. Hinder explicó que “él había regresado a Yemen pidiendo permiso al provincial y a mí. Yo le dije: ‘si quieres, te ayudaré a entrar a mi país’. Ciertamente hoy es algo doloroso de pensar”, dijo. Sin embargo, señaló, “aún estoy convencido de que fue lo correcto. En la guerra nunca puedes predecir qué sucede”.