Francisco ha puesto sobre la mesa de los obispos de todo el mundo la cuestión de los jóvenes y la Iglesia. Este será el tema del próximo sínodo previsto para el 2018.
El objetivo será calibrar el estado de la juventud con respecto a la fe católica en todo el mundo. Para prepararlo, los obispos tendrán que responder a un listado de preguntas enviadas desde Roma. Sus respuestas servirán para elaborar el documento de trabajo del sínodo.
"Tendrán que comenzar a trabajar inmediatamente. Les pedimos que a finales de octubre envíen las respuestas para que nosotros podamos preparar el siguiente documento de trabajo”.
La novedad de este sínodo será que los jóvenes podrán participar a través de una web que el Vaticano lanzará a principios de marzo. Allí podrán expresar sus expresar sus inquietudes con respecto a su vida y la fe.
"Las respuestas serán enviadas a institutos especializados para que las valoren. Esto nos servirá para elaborar el próximo documento de trabajo”.
Con este sínodo el Papa pretende que toda la Iglesia, comenzando por la jerarquía reflexione sobre cómo ayudar a los jóvenes a conectar con la fe, a superar sus miedos, a descubrir sus talentos y a afrontar las dificultades de la vida con decisión.
El Papa en persona les dice esto: "Hagan sentir a todos el grito de ustedes, déjenlo resonar en las comunidades y háganlo llegar a los pastores”. Francisco quiere que la jerarquía les escuche para que los jóvenes vuelvan a sentir el calor de la Iglesia y dejen de vivir al margen de ella.