Recordó, emocionado, a todos los perseguidos y asesinados por el simple hecho de ser cristianos.
"¡En estos días, cuántos Esteban hay en el mundo! Pensemos en nuestros hermanos degollados en una playa de Libia. Pensemos en ese chiquillo quemado vivo por sus compañeros, por ser cristiano. Pensemos en esos migrantes que, en alta mar, fueron tirados al mar, por ser cristianos. Pensemos, en esos etíopes asesinados, antes de ayer, por ser cristianos y en tantos otros… Tantos otros que no sabemos, que sufren en cárceles, por ser cristianos… Hoy la Iglesia es Iglesia de mártires: ellos sufren, dan su vida y nosotros recibimos la bendición de Dios por su testimonio”.
Pidió a los cristianos que se unan a los cristianos que sufren el martirio "de la persecución y la calumnia”.
(Fuente: Radio Vaticana)
"La Palabra de Dios disgusta siempre a ciertos corazones. La Palabra de Dios fastidia cuando tienes un corazón duro, cuando tienes un corazón de pagano. Porque la Palabra de Dios te interpela a ir adelante, buscándote y quitándote el hambre con ese pan del que hablaba Jesús. En la historia de la Revelación, tantos mártires han sido matados por fidelidad a la Palabra de Dios, a la Verdad de Dios”.
"¡En estos días, cuántos Esteban hay en el mundo! Pensemos en nuestros hermanos degollados en una playa de Libia. Pensemos en ese chiquillo quemado vivo por sus compañeros, por ser cristiano. Pensemos en esos migrantes que, en alta mar, fueron tirados al mar, por ser cristianos. Pensemos, en esos etíopes asesinados, antes de ayer, por ser cristianos y en tantos otros… Tantos otros que no sabemos, que sufren en cárceles, por ser cristianos… Hoy la Iglesia es Iglesia de mártires: ellos sufren, dan su vida y nosotros recibimos la bendición de Dios por su testimonio”.
"Y también tantos mártires escondidos que, por ser fieles en su familia, sufren tanto por fidelidad. Nuestra Iglesia es una Iglesia de mártires. Y ahora, en nuestra celebración, vendrá a nosotros el primer mártir, el primero que dio su testimonio y, aún más, la salvación a todos nosotros. Unámonos a Jesús en la Eucaristía y unámonos a tantos hermanos y hermanas que sufren el martirio de la persecución, de la calumnia y de la muerte por ser fieles al único pan que sacia, es decir a Jesús”.