El edificio octogonal, de unos 30 metros de diámetro, tenía un sencillo suelo de mortero y baldosas de terracota. Los hallazgos de mármol indican que estaba profusamente decorado con este material importado del Mediterráneo.
El equipo germano-armenio se encuentra en Armenia desde septiembre. Continuarán con las excavaciones y esperan hacer nuevos descubrimientos, entre ellos la cuestión de a quién estaba dedicada la iglesia.