El Papa Francisco ha clamado este domingo, Día Internacional de la Mujer, que «un mundo donde las mujeres son excluidas es un mundo estéril».
Tras el rezo del Ángelus, el Pontífice ha agradecido la labor de todas las mujeres que «buscan construir una sociedad más humana y acogedora», en especial, a todas aquellas que «testimonian el Evangelio y trabajan en la Iglesia».
En este sentido, el Obispo de Roma ha reivindicado «la importancia y la necesidad de las mujeres en la vida» no sólo «porque las mujeres dan la vida, sino porque trasmiten la capacidad de ver más allá». Así, ha destacado que las mujeres «trasmiten la capacidad de ver el mundo con ojos distintos y con un corazón más tierno».
El Pontífice argentino ha reflexionado sobre el episodio del Evangelio que narra cuando Jesús echó del templo a los mercaderes. «Los verdaderos adoradores de Dios no son los custodios del templo material, detentores del poder y del saber religioso, sino aquellos que adoran a Dios en Espíritu y Verdad», ha sentenciado.
Así, ha llamado a los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro a buscar la «belleza del encuentro con Cristo» y a permitir que Dios haga limpieza en los corazones. En este sentido, ha preguntado: «¿Permito a Dios hacer limpieza en mi corazón y echar a los ídolos a de la envidia, la mundanidad, el odio?».
Finalmente, el Papa Francisco ha agregado que Dios hace limpieza «no con la fusta sino con la misericordia».