Los ángeles se han convertido en patrones de ciudades, han dado nombres a santuarios y han sido la inspiración de muchos himnos litúrgicos. Sin embargo, son grandes desconocidos y su figura siempre ha estado rodeada de un halo de misterio.
Roma, - 9 de octubre, 2010. (Romereports).-
El sacerdote italiano Marcello Stanzione lleva años estudiándolos y ha escrito más de 40 libros sobre ellos. La Editorial del Vaticano le ha publicado el último: una guía esencial de los ángeles.
“Los ángeles tienen algo de divino y algo de humano en este sentido: los ángeles, como nosotros, fueron creados, son criaturas como nosotros. Pero no mueren, y esta eternidad forma parte de Dios”.
“Son ministros invisibles de Dios y también nuestros custodios. Son espíritus”
Los ángeles más famosos son los arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, y la Iglesia católica celebra su fiesta el 29 de septiembre. La tradición divide los ángeles en tres grupos. El primero, serafines, querubines y tronos; el segundo, dominaciones, virtudes y potestades. Y el tercero, principados, arcángeles y ángeles.
A lo largo de la historia, las Órdenes de los benedictinos, los franciscanos y los jesuitas son los que más los han estudiado.
Pero además, todos los grandes santos han tenido una estrecha relación con los ángeles.
“San Josemaría Escrivá de Balaguer era muy devoto de los ángeles y cuando entraba en cualquier iglesia, se paraba un momento. Sus colaboradores sabían el motivo, y es que él decía que dejaba pasar primero a su ángel y después pasaba él”.
También los papas han transmitido la importancia de relacionarse con los ángeles. La oración más famosa que se reza al arcangel Miguel la escribió León XIII.
Juan Pablo II afirmó en varias ocasiones que todos los días pedía ayuda a su ángel custodio y habló de los ángeles en varias audiencias generales. Su sucesor, Benedicto XVI, recogió esta devoción a los ángeles.
“El año pasado, al comienzo de Cuaresma, Benedicto XVI invitó a todos a rezar a los ángeles porque él empezaba sus ejercicios espirituales. Siempre dice que si se eliminan los ángeles, se quita una parte fundamental de la doctrina católica”.
El autor señala también en su libro que los ángeles son un ejemplo para los hombres ya que a diferencia de Lucifer y los malos ángeles, decidieron, libremente, seguir a Dios y hacer el bien. Una dicotomía que, según Stanzione, también tienen que vivir los hombres.
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