Varios hombres armados abordaron este pasado domingo a los dos clérigos en la provincia de Kivu del Norte.
Sus nombres, Jean Pierre Akilimali y Charles Kipasa. Su crimen, ser sacerdotes católicos. Su castigo, el secuestro. Varios hombres armados abordaron este pasado domingo a los dos clérigos en la provincia de Kivu del Norte, en el este de República Democrática del Congo. La Conferencia Episcopal Nacional de Congo (CENCO) ya ha denunciado la situación y ha identificado a ambos padres como miembros de la parroquia Nuestra Señora de los Angeles, en la localidad de Bunyuka.
En un comunicado, los obispos han solicitado a las autoridades que hagan todo lo posible para “liberar a los dos sacerdotes de manos de sus secuestradores y desmantelar esta red criminal que desestabiliza la paz en la región de Beni”. En ese mismo texto, los obispos también han realizado un llamamiento por la liberación de otros tres sacerdotes: Jean Pierre Ndulani, Edmond Kishugu y Anselme Wasukundi, secuestrados en Beni en 2012 y cuyo paradero hasta hoy se desconoce.
Marcel Utembi, presidente de la CENCO, ha querido resaltar ante los medios que los sacerdotes "son hombres de Dios que consagran su vida al bien de la población, sin una agenda política. Causarles mal es causar daño a toda la comunidad a la que sirven".
La zona este de República Democrática del Congo se presenta mucha inestabilidad debido a la presencia de múltiples grupos armados que se disputan el control del territorio, rico en yacimientos minerales y cuya falta de seguridad se presta a las mafias y grupos armados el escenario perfecto para desarrollar su actividad. Beni ha sido una de las zonas con más violencia en los últimos años tras una serie de masacres por parte de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), una milicia islamista asentada en Uganda que actúa en el Congo. La región también ha sufrido las operaciones de la violenta milicia Mai Mai.
Jean Pierre Akilimali y Charles Kipasa son los dos sacerdotes católicos secuestrados por hombres armados el domingo en la provincia de Kivu del Norte, en el este de República Democrática del Congo. Esta ha sido la denuncia de la Conferencia Episcopal Nacional de Congo (CENCO), en la que dicen que ambos padres son miembros de la parroquia Nuestra Señora de los Angeles, en Bunyuka.
“Se debe hacer todo lo posible para liberar a los dos sacerdotesde manos de sus secuestradores y desmantelar esta red criminal que desestabiliza la paz en la región de Beni”, se lee en el comunicado y en el texto los obispos también hacen un llamamiento por la liberación de otros tres sacerdotes: Jean Pierre Ndulani, Edmond Kishugu y Anselme Wasukundi, secuestrados en Beni en 2012 y cuyo paradero hasta hoy se desconoce.
Marcel Utembi, presidente de la CENCO, ha resaltado que los sacerdotes “son hombres de Dios que consagran su vida al bien de la población, sin una agenda política”. “Causarles mal es causar daño a toda la comunidad a la que sirven”, afirmó.
Según publica Religión Digital en la zona este de República Democrática del Congo se presenta mucha inestabilidad debido a la presencia de múltiples grupos armados que se disputan el control del territorio, rico en yacimientos minerales.
Beni ha sido una de las zonas con más violencia en los últimos años tras una serie de masacres por parte de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), una milicia islamista asentada en Uganda que actúa en RDC, así como a causa de las operaciones de la milicia Mai Mai.