El texto del martirio de la Cecilia parece representar el lugar y el papel de la fe en el universo
CIUDAD DEL VATICANO, 2 OCT 2010 (VIS).-
Refiriéndose posteriormente a las piezas musicales interpretadas, Benedicto XVI subrayó que "la combinación de este trabajo sobre Santa Cecilia con las obras de Haydn y Beethoven ofrece un contraste significativo que invita a la reflexión.
El texto del martirio de la santa y el estilo particular que lo interpreta en clave musical, parecen representar el lugar y el papel de la fe en el universo: en medio de las fuerzas vitales de la naturaleza que están alrededor del ser humano y también dentro de él, la fe es una fuerza diferente, que responde a una palabra profunda, "salida del silencio", como diría San Ignacio de Antioquía".
"La palabra de la fe -continuó- necesita de un gran silencio interior, para escuchar y obedecer a una voz que está más allá de lo visible y tangible.
Esta voz habla a través de los fenómenos de la naturaleza, porque es el poder que creó y gobierna el universo; pero para reconocerla es necesario un corazón humilde y obediente, como también nos enseña la santa que conmemoramos hoy: Santa Teresa del Niño Jesús".
El Papa afirmó que "la fe sigue esta voz profunda donde el arte por sí sola no puede llegar: la sigue en el camino del testimonio, del ofrecimiento de sí mismo por amor, como hizo Cecilia.
Por eso -terminó-, la obra de arte más bella, la obra maestra del ser humano es cada acto de amor auténtico, desde el más pequeño -en el martirio diario- hasta el sacrificio supremo. Aquí la vida misma se convierte en canto: una anticipación de aquella sinfonía que cantaremos juntos en el paraíso".