San Eloy, o San Eligio nació en el año 588 en Francia. Fue obispo de Noyón, orfebre y acuñador, Fue ascendido a la corte debido a su gran inteligencia, ayudó a el rey Dagoberto solucionar el problema que tenía este con su vecino en Bretaña.
Poco después sería ascendido a consejero. desde patrocinó la abadía de Solignac, a sus expensas nacieron otros en el Lemosin y, en París, la iglesia de San Pablo. Ordenado sacerdote, fue nombrado obispo de Noyon y de Tournay, participó en el concilio de Chalons-sur-Seine, del 644.
Este artífice de los metales nobles y de las gemas preciosas que no se dejó atrapar por la idolatría a las cosas perecederas ha sido adoptado como patrono de los orfebres, plateros, joyeros, metalúrgicos y herradores. Se le recuerda el haber ayudado a acabar con las creencias de la cultura mediterránea, al prohibir la veneración de las Trivias. Murió en Noyon, en 660. Su vida fue relatada en latín por San Audoeno (Ouen), su discípulo.