Nació probablemente en Cesárea Marítima, en la época de esplendor del Imperio Romano.
Cornelio el Centurión fue un centurión romano y, según el Nuevo Testamento, el primer gentil en ser bautizado en la fe cristiana. Era capitán de una centuria del ejército romano en Cesárea Maritima, aproximadamente 50 kilómetros al norte de la actual Tel Aviv, Israel. Cornelio era conocido por ser un hombre justo y pío, que gustaba de ayudar a los demás.
De acuerdo con los Hechos de los Apóstoles, San Cornelio tuvo una visión en la que un ángel lo conminó a buscar al apóstol San Pedro, quien para entonces estaba predicando en Jaffa. El Centurión lo mandó llamar, y San Pedro se presentó con él.
A raíz de la conversación que sostuvieron, San Pedro le dijo: “Dios no tiene acepción de personas, sino que se complace en toda nación que le teme y practica la justicia. (…) ¿Puede acaso negarse el agua del bautismo a éstos, que recibieron el Espíritu Santo como nosotros?”
A continuación, San Pedro bautizó a todos los gentiles presentes, comenzando con San Cornelio el Centurión. Según la tradición, San Cornelio fue nombrado obispo o bien de Cesárea, o bien de Scepsis, cerca de la actual Bayramiç, Turquía.
La conversión de San Cornelio tuvo enorme trascendencia, pues hasta entonces la fe de Jesús no se había extendido a personas que no fueran del pueblo judío. En lo que fue el primer concilio de la cristiandad, el Concilio de Jerusalén, hacia el año 50, San Pedro explicó su postura, abogando junto con San Pablo y Santiago por predicar entre los gentiles.
La primera persona no judía que se hizo cristiana
Cornelio era un centurión romano que aunque no tenía origen judío era piadoso y temeroso de Dios. Pertenecía a la corte llamada Itálica. Ha pasado a la historia como el primer pagano que se convirtió al cristianismo.Los Hechos de los Apóstoles 10 narran que un día, como a las tres de la tarde, se encontraba orando a Dios, dudoso de su voluntad. Entonces tuvo una visión de un ángel que le dijo que enviara hombres a Jope para traer a un hombre llamado Simón también conocido como Pedro, el cual le daría las respuestas que estaba buscando.
Pedro, que se encontraba en ese momento visitando las iglesias de Judea, a su vez había tenido una visión que aclaraba que la voluntad de Dios de admitir a los gentiles dentro de la Iglesia.
Por lo tanto, al encontrarse con los mensajeros de Cornelio, aceptó enseguida la invitación y fue hasta su casa en Cesarea. Cuando entró, comenzó a predicar el Evangelio y mientras hablaba, el Espíritu Santo descendió sobre todos los presentes, manifestándose con el don de lenguas. Pedro ordenó que los que se encontraban allí presentes fuesen bautizados en nombre de Jesús.
El acontecimiento tiene una importancia fundamental en la historia de la Iglesia, porque se abrió tanto a los «incircuncisos» como a los «circuncidados», liberándose del formalismo antiguo. A partir de este momento se comenzó con la evangelización de los “gentiles”.
Algunos martirologistas occidentales han calificado a Cornelio como obispo de Cesarea, pero historiadores eclesiásticos autorizados de la antigüedad, como Eusebio de Cesarea y Orígenes, tan estrechamente ligado a Cesarea, no confirman este episcopado.
Lugares de culto
Su casa fue transformada en iglesia; la matrona romana santa Paola la visitó a finales del siglo IV, en su peregrinación a Tierra Santa, descrita por san Jerónimo.