A partir de aquí, se abrirán otras tres puertas vaticanas los días 29 de diciembre, 1 de enero y 5 de enero.
Para la Iglesia católica, el Jubileo es el año del perdón de los pecados, de la reconciliación, de la conversión y de la penitencia sacramental.
También se conoce como Año Santo y es el período durante el cual el papa concede indulgencia plenaria a los fieles que viajan a Roma y realizan determinadas prácticas religiosas: pasar por la Puerta Santa, confesarse, comulgar, rezar y realizar una obra de piedad, misericordia o penitencia. Cada Jubileo ha sido una ocasión para embellecer Roma y, sobre todo, para hacerla mejor y acogedora para los numerosos peregrinos que la visitan.
El primer Jubileo de la historia católica fue proclamado en 1300 por el papa Bonifacio VIII: por primera vez (que se sepa) se concedió la indulgencia plenaria a todos los que visitaran 30 veces (15 para los no romanos) las basílicas de San Pedro y San Pablo extramuros, probablemente a raíz del Perdón Celestino de 1294 e impulsado por las multitudes poco frecuentes de peregrinos que llegaban a Roma desde finales de 1299.
Este Jubileo es recordado por Dante en la Divina Comedia, que describe el enorme flujo de peregrinos que se producía con un doble sentido de marcha en el puente frente al Castillo de Sant’Angelo.
El Jubileo tiene sus orígenes en la tradición judía. Cada 50 años, los judíos decretaban un año de descanso de los campos, con el fin de dejar reposar la tierra y hacerla más fértil para la siguiente temporada. Al mismo tiempo, se liberaba a los esclavos y se devolvían las tierras confiscadas, para que se suavizaran las desigualdades.
También el propio nombre del Jubileo tiene una etimología hebrea: la palabra hebrea «jobel» (yobel) se refiere, de hecho, al macho cabrío, cuyo cuerno se tocaba para indicar el inicio del Jubileo.
Las previsiones del Vaticano sitúan en más de 15 millones los peregrinos que previsiblemente viajarán a Roma durante el Año de Jubileo, aunque las mejoras en conectividad aérea y ferroviaria podrían aumentar estas cifras todavía más.
Para organizar el flujo de visitantes se ha habilitado una página web oficial donde podemos registrarnos para obtener nuestra tarjeta de peregrino gratuita, que nos dará acceso a los templos durante las ceremonias.
De cara al Jubileo de 2025, se prevén numerosas intervenciones y se han puesto en marcha más de 1000 obras.
Para dar más brillo a la capital, entre los más de 200 proyectos, se encuentra la remodelación de Tor Vergata, que, junto con Centocelle, albergará algunos de los eventos más importantes del Jubileo, en los que también participará el papa junto con cientos de miles de fieles.
También la céntrica e importante Piazza S. Giovanni in Laterano, sobre la que se asoma la basílica, se renovará y embellecerá, como lugar de fe y de encuentro: contará con una nueva pavimentación, parterres verdes y fuentes a ras con juegos de agua.
Entre los proyectos destinados a mejorar la viabilidad, se encuentra la realización del paso subterráneo de la Piazza Pia: un túnel que debería aliviar el tráfico y definir una zona peatonal entre el castillo de Sant’Angelo y la via della Conciliazione, hasta la plaza de San Pedro.