La basílica de San Pablo Extramuros es uno de los cuatro templos mayores de Roma. Fue fundada por el emperador Constantino sobre la tumba del apóstol Pablo a las afueras de los muros de la ciudad. De ahí su nombre.
El Vaticano ha anunciado el descubrimiento de restos arqueológicos relacionados con la vida cotidiana que se llevaba en la basílica durante la Edad Media. Los visitantes que acudan a la zona podrán ver parte de los nuevos hallazgos y conocer mejor su historia
“Queríamos construir un centro de acogida de peregrinos y justo encontramos unas instalaciones de hace 1.500 años que perseguían el mismo objetivo. Los Papas quisieron equipar la Basílica de San Pablo con establecimientos destinados a acomodar a los peregrinos que acudían a la tumba del Apóstol de los Gentiles”
A lo largo de sus 1.500 años de historia, la arquitectura de la basílica cambió mucho, aunque los restos de San Pablo se mantuvieron siempre bajo el altar mayor. Allá por el año 1000 la basílica y sus terrenos fueron confiados a monjes benedictinos, que continúan residiendo allí hoy en día.
Entre los hallazgos de la zona está el antiguo “jardín de los monjes” y otras instalaciones medievales para peregrinos venidos de todas partes del mundo: patios, porches, un pozo... Los descubrimientos demuestran quela devoción por San Pablo fue siempre muy profunda y que no decayó con el paso de los siglos.
“Para nosotros, hoy en día, estos hallazgos son muy importantes ya que debe tenerse en cuenta la importancia espiritual que reflejan: son vestigios de la ininterrumpida devoción que hubo al apóstol Pablo”
Para hacerse una idea de cómo era la zona de los hallazgos en aquellos tiempos, en el recorrido ya hay a disposición del usuario dibujos y reconstrucciones para conocer mejor la historia del lugar.
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