Profecías del Antiguo Testamento que se cumplen en el Nuevo - Sobre Cristo

Profecías del Antiguo Testamento comparándolas con el Nuevo

 El cumplimiento de todas esas profecías es uno de los motivos que nos llevan a saber que la Biblia está inspirada por el Espíritu Santo.

Desprecio del pueblo judío

Isaías 53:3 “Despreciado, desechado por los hombres, abrumado de dolores y habituado al sufrimiento, como alguien ante quien se aparta el rostro, tan despreciado, que lo tuvimos por nada”.
 
Juan 1:11 “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron”.
Entrada triunfal en Jerusalén sobre un pollino
 
Zacarías 9:9 “¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de júbilo, hija de Jerusalén! Mira que tu Rey viene hacia ti; él es justo y victorioso, es humilde y está montado sobre un asno, sobre la cría de un asna”.
 
Juan 12:13-14 “Tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel! Y halló Jesús un asnillo, y montó sobre él, como está escrito”.
Traicionado por uno de los suyos
Salmo 41:10“Hasta mi amigo más íntimo, en quien yo confiaba, el que comió mi pan, se puso contra mí”.
 
Marcos 14:10 “Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, fue a los principales sacerdotes para entregárselo.”
Sería vendido por 30 piezas de plata
Zacarías 11:12 “Yo les dije: «Si les parece bien, páguenme mi salario; y si no, déjenlo». Ellos pesaron mi salario: treinta siclos de plata.”
 
Mateo 26:15 “Y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata.”
El precio sería devuelto
Zacarías 11:13 “Pero el Señor me dijo: « ¡Echa al Tesoro ese lindo precio en que he sido valuado por ellos!». Yo tomé los treinta siclos de plata y los eché en el Tesoro de la Casa del Señor.”
 
Mateo 27:6-7 “Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre. Y después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros”.
Durante su juicio se mantendría en silencio
Isaías 53:7 “Al ser maltratado, se humillaba y ni siquiera abría su boca: como un cordero llevado al matadero, como una oveja muda ante el que la esquila, él no abría su boca”.
 
Mateo 26:62-63 “Y levantándose el sumo sacerdote, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti? Más Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios”.
Sufriría por los demás
Isaías 53:4-5 “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”.
 
Mateo 8:16-17 “Y como fue ya tarde, trajeron a él muchos endemoniados: y echó los demonios con la palabra, y sanó a todos los enfermos; Para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta Isaías, que dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias”.
Crucificado con malhechores
 
Isaías 53:12 “Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores”.
 
Mateo 27:38 “Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda.”
Sus manos y pies serían perforados
Salmo 22:16 “Porque perros me han rodeado; Me ha cercado cuadrilla de malignos; Horadaron mis manos y mis pies”.
 
Juan 20:27 “Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.”
Sería escarnecido y despreciado
 
Salmo 22:6-8 “Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. 7. Todos los que me ven me escarnecen; Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: 8. Se encomendó al Señor; líbrele él; Sálvele, puesto que en él se complacía.”
 
Mateo 27:39-40 “Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza, 40. y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz.”
Le darían a beber vinagre
Salmo 69:21 “Me pusieron además hiel por comida, Y en mi sed me dieron a beber vinagre”.
 
Juan 19:29 “Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca”.
Su costado sería traspasado
Zacarías 12:10 “Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.”
 
Juan 19:34 “Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua”.
Sobre sus ropas echarían suertes
Salmo 22:18 “Repartieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes”.
 
Marcos 15:24 “Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes sobre ellos para ver qué se llevaría cada uno”.
Ninguno de sus huesos serían quebrados
 
Salmo 34:20 “El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado”.
 
Juan 19:33 “Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas”.
Sepultado en una tumba de ricos
Isaías 53:9 “Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.”
 
Mateo 27:57-60 “Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había sido discípulo de Jesús. Este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo. Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, 60. y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue”.
Resucitaría después de su muerte
Salmo 16:10 “Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción”.
 
Mateo 28:9 “He aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron”.

 

http://unsacerdoteentierrasanta.blogspot.pt 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

SUSCRIPCIÓN

Suscríbete al Boletín gratuito de Primeros Cristianos
Subscription
magnifiercrosschevron-down