A lo largo de este último año, prácticamente en cada uno de sus encuentros, desde audiencias semanales hasta grandes ceremonias, el Papa ha hablado de todos los aspectos de la misericordia de Dios.
Francisco ha repetido con gestos y palabras que Dios es bueno y perdona sobre todo a los grandes pecadores y a quienes están lejos de Dios.
"Es muy importante recordar que para el Papa, el Jubileo de la Misericordia debía ser algo único y diferente, por el hecho de que se iba a celebrar a la vez en muchas diócesis de todo el mundo, pero también aquí en Roma”.
El Papa pidió a todos los obispos del mundo que abrieran una "Puerta Santa” en cada diócesis para que los católicos pudieran ganar la misma indulgencia que recibirían en Roma. Además, cada obispo ha nombrado a una persona de contacto con los organizadores del Jubileo para compartir historias de cómo se han vivido estos meses.
De hecho, estas conversiones que se han producido tras meditar la misericordia de Dios, son lo más importante del Jubileo.
"Muchos se han confesado después de 25 años sin ir a una iglesia. También por lo que ha dicho el Papa en cada encuentro: que Dios no se cansa de perdonar, que mira a todos con misericordia. La gente ha aceptado esta invitación y ha regresado a los sacramentos”.
El sacerdote Geno Sylva recuerda que el objetivo del Jubileo no era atraer turistas a la basílica de San Pedro o al Coliseo, sino ayudar a redescubrir la misericordia de Dios para llevarla con pequeños gestos de servicio a otras personas.
"Ese es el deseo. El Jubileo ha dado frutos que quedarán para siempre, y además de él surgirán nuevas iniciativas. Cuando se cierre la "Puerta Santa” el 20 de noviembre, tendremos la cabeza y el corazón más centrados en el rostro misericordioso de Dios. Sabremos que nuestro deber como cristianos, como católicos, es dar a conocer ese rostro misericordioso. Eso continuará durante mucho tiempo”.
El Jubileo finalizará el 20 de noviembre, pero como desde el principio de su Pontificado el Papa ha centrado su mensaje en la misericordia de Dios, es probable que siga haciéndolo.
Por ejemplo, ahora está dedicando las catequesis de los miércoles a las obras de misericordia.