Francisco explicó que había descubierto que el albanés «no es tolerante, es hermano, tiene la capacidad de la fraternidad; y esto se ve en la convivencia, en la colaboración entre las religiones: los musulmanes, los ortodoxos y los católicos. Colaboran como hermanos». El Papa después se dijo sorprendido «desde el principio» por la juventud del país. «Me habían dicho que es el país más joven de Europa. Se ve una cultura superior», capaz de construir hermandad, «un camino de paz, convivencia y de colaboración».
Papa Bergoglio también indicó que las historias de los mártires albaneses lo habían impresionado: «Desde hace dos meses he estado estudiando aquel difícil periodo para entenderlo… Fue un periodo cruel, el nivel de crueldad fue terrible». Y, al referirse a las gigantografías de los mártires del comunismo que adornaban las calles de Tirana, dijo: «Cuando vi estas fotografías, no solo de católicos, sino también de ortodoxos y de musulmanes… los mataban porque decían creer en Dios. Las tres comunidades ofrecieron testimonio de Dios y ahora ofrecen el testimonio de la fraternidad».
Francisco dijo que había querido llevar a Albania un mensaje que va más allá, para indicar una vía de paz, convivencia y colaboración. Añadió que considera al país del este plenamente «europeo», justamente por su «cultura de convivencia». Además, la visión que quiso dar con estas palabras fue «un mensaje» de apoyo, aunque Albania todavía no pertenezca a la Comunidad Europea.
Los periodistas recordaron que el próximo viaje del Papa será a Turquía, que tiene frontera con Irak. «La geografía no puedo cambiarla», respondió bromeando, y citó también la anunciada visita al Parlamento Europeo de Estrasburgo, el 25 de noviembre. «Tal vez el 28 de noviembre» comience el viaje a Ankara y Estambul, para poder festejar con el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomeo I, la fiesta de San Andrés.
Fuente: Vatican Insider