El film que te proponemos hoy relata la historia de este hombre, cuyo testimonio es un ejemplo de amor y entrega en tiempos de persecución.
Conocido como Policarpo de Esmirna, vivió entre el 70 d.C. y el 155 y habitó la ciudad griega perteneciente a la provincia de Asia, llamada Esmirna. Fue evangelizado por la mujer que lo rescató de la esclavitud en su niñez. Además, fue aprendiz del apóstol Juan, el discípulo amado de Jesús, lo que significa que fue enseñado por la boca de uno de los testigos oculares de Jesucristo.
La película nos muestra cómo este hombre de fe dedicaba sus días a enseñar la Palabra de Dios y a transcribir los textos sagrados, de manera que más hermanos tuvieran acceso a la lectura. Nos presenta, además, el modo de vida que llevaban los cristianos de esa iglesia incipiente: ellos vivían juntos, tal como lo enseña la Biblia, y compartían sus pertenencias.
Eran tiempos en los que el Imperio Romano gobernaba y el procónsul emitió un edicto que obligaba a los habitantes de Esmirna a adorar a César quemando incienso como muestra de lealtad. Los cristianos, fieles al Dios verdadero, se negaron a realizar este acto y comenzaron a ser perseguidos.
El gobernador puso precio a la vida del predicador Policarpo, quien, a pedido de los hermanos, se había escondido en Éfeso, la ciudad vecina. Cuando los soldados romanos encontraron al hombre de Dios, él los hizo pasar, les dio de comer, oró por ellos y luego, sin poner resistencia, para que lo capturaran y lo llevaran a la muerte.
Frente al representante de Roma, se le ofreció la posibilidad de rendir adoración a César, pero se mantuvo firme en sus convicciones. Lleno de ira, el procónsul ordenó que lo quemaran en la hoguera.
Porque su relato nos confronta con nuestros límites. La vida de este hombre de fe y de sus contemporáneos nos lleva a preguntarnos cuánto estamos dispuestos a entregar por Jesús. También nos recuerda que antiguamente hubo quienes sacrificaron sus vidas. Y aún en la actualidad, en países del medio oriente, nuestros hermanos predican el Evangelio arriesgando todo por Jesús.
“Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de
mí, la hallará” (Mateo 16:25).
Acta del martirio de San Policarpo de Esmirna (año 155 d.C.)
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