Peregrinos en Belén y Jerusalén para invocar la paz justamente en estos momentos tan difíciles para los israelíes y los palestinos. Es la iniciativa que prupuso para mañana la Obra Romana Peregrinajes, que vivirá en comunión con ambos pueblos de la Tierra Santa.
El gesto se lleva a cabo en el ámbito de un peregrinaje que llegó a Nazaret el lunes pasado desde Italia y que tenía programada para mañana por la mañana una iniciativa simbólica de gran significado: un Camino de paz a pie a lo largo de los doce kilómetros que separan Belén de Jerusalén, atravesando el “check-point” para invocar el don de la paz. Pero esta marcha de la Obra Romana Peregrinajes (que está recordando en la Tierra Santa sus ochenta años de fundación, en compañía del cardenal Agostino Vallini) se entrelazará conla tragedia que está viviendo la ciudad de Jerusalén en estos momentos. El recorrido no podrá llevarse a cabo, pero los gestos de paz se han convertido en estas horas en algo más que necesario y urgente. Por este motivo, la Obra Romana Peregrinajes decidió limitarse a cambiar la fórmula: la jornada de mañana, de cualquier manera, estará caracterizada por la oración por la paz tanto en Belén como en Jerusalén. Comenzará temprano en la Iglesia de Santa Catalian, en la ciudad de la Natividad, en la que se distribuirán ramos de olivo y en donde habrá un momento de oración con la comunidad palestina. Después, los peregrinos se trasladarán en autobús a Jerusalén, en donde rezarán por la paz con el Vía Crucis que concluirá en la Basílica del Santo Sepulcro. Al final, en el Centro Notre Dame, que se encuentra fuera de los muros de la ciudad vieja, concluirá la iniciativa con un momento de oración en comunión con la comunidad israelí.
«Quisimos que el camino se transformara en el Vía Crucis, que es el corazón de la fe cristiana, la cruz cargada con amor que vence el mal –explicó mons. Liberio Andreatta, vicepresidente y administrador delegado de la Obra Romana Peregrinajes. Recorreremos mediante la Pasión de Cristo el atroz sufrimiento humano que están viviendo estas poblaciones en las últimas horas, rezaremos con ellas y por ellas, porque el odio no puede y no debe tener la última palabra; como cristianos debemos ofrecer testimonio de Cristo crucificado, muerto y resucitado».
El gesto de la Obra Romana Peregrinajes está en sintonía con otras iniciativas religiosas que se están llevando a cabo en estos momentos en Tierra Santa. Hoy, un grupo de líderes religiosos de Jerusalén (cristianos, musulmanes y drusos) visitaron la sinagoga de Har Nof, en donde se verificó un atentado ayer. «Nosotros venimos como líderes religiosos a un lugar de oración, un lugar sacro –dijo el Patriarca latino de Jerusalén, Fouad Twal. Estas personas fueron asesinadas mientras estaban rezando. Todos los lugares de culto, de la religión que sean, deben ser protegidos y santificados».
Frente a la Sinagoga, indica el sitio del Patriarcado Latino de Jerusalén, los diferentes líderes religiosos pronunciaron breves discursos para expresar su pésame a la comunidad y condenar los actos de violencia, tanto contra Israel como los que afectan a la población palestina. Además condenaron el terrorismo y la barbarie en nombre de la religión contra otra religión y llamaron nuevamente a la libertad de expresión y de religión para todos los pueblos de la Tierra Santa y del mundo.
Fuente: Vatican Insider