Durante estas sus terceras vacaciones veraniegas como Pontífice, durante el mes de agosto trabajará en la preparación de los importantes encuentros que lo esperan a partir de septiembre.
Será otro verano de trabajo en el Vaticano para Papa Francisco. Durante estas sus terceras vacaciones veraniegas como Pontífice, durante el mes de agosto trabajará en la preparación de los importantes encuentros que lo esperan a partir de septiembre. Aunque en este mes tenga la agenda relativamente vacía (pues no tiene compromisos públicos como las audiencias generales ni las misas con los fieles en Santa Marta, que volverán a empezar en septiembre), Papa Francisco estará muy ocupado cuando acabe el verano: del 19 al 28 de septiembre irá a Cuba y a los Estados Unidos, una de las misiones internacionales más difíciles para el Papa; del 4 al 25 de octubre se llevará a cabo el evento crucial del Sínodo sobre la familia, destinado a delinear las decisiones que marcarán profundamente la dirección que tomará la Iglesia de Bergoglio; después seguirán el Congreso eclesial de Florencia y el viaje a África en noviembre, además del comienzo del Año Santo extraordinario dedicado a la Misericordia, proclamado por el mismo para con el objetivo de impulsar el corazón central del mensaje de su Pontificado.
Así, Francisco, a quien no le gusta concederse vacaciones, pasará también este verano en Santa Marta trabajando con ritmos menos pesados con respecto a los veranos de hace dos años, cuando se dedicó a la redacción de la “Evangelii gaudium”, y del año pasado, cuando comenzó a trabajar en la encíclica sobre el medio ambiente y cuando viajó a Corea del Sur.
En este momento, sus prioridades son la preparación de los discursos que pronunciará en Cuba, que será la puerta de entrada a los Estados Unidos, en la ONU de Nueva York y en el Congreso de Washington, además de la Jornada Mundial de las Familias en Filadelfia: Todos estos encuentros serán pocos días antes de que comience el gran encuentro sinodal de octubre.
“Tengo que empezar a estudiar -indicó el mismo Francisco durante el vuelo de regreso a Roma de Paraguay-; hasta ahora he estudiado estos tres países bellísimos (Ecuador, Bolivia y Paraguay, ndr.), y ahora tengo que empezar a estudiar Cuba y Estados Unidos”. También añadió que tenía que “estudiar las críticas” que le dedican algunos círculos estadounidenses debido a sus denuncias contra un sistema económico que refuerza las desigualdades y los desequilibrios mundiales contenidas tanto en la “Evangelii gaudium” como en la reciente encíclica Laudato si’.
Una vez más, los fieles de Castel Gandolfo se quedarán sin poder contar con la presencia del Pontífice, pues por el momento, y salvo cambios de programa de última hora, no está previsto que Francisco vaya a la residencia estiva de los Papas, ni siquiera para alguno de los Ángelus dominicales. Tampoco están previstos otros compromisos públicos. Bergoglio en estos días está trabajando con normalidad en Santa Marta, recibe visitas y lee su correspondencia. Ya la suspensión de las audiencias generales y de las misas matutinas en la capilla de la Casa Santa Marta, “son una especie de vacaciones para él”, indicó el director de la Sala de prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi.
