Papa Francisco: "Los corruptos hacen mucho daño a la Iglesia y los santos mucho bien"

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"Los santos: aquellos que obedecen al Señor, aquellos que adoran al Señor, aquellos que no se olvidan del amor con el que el Señor ha hecho la viña". El Papa Francisco explicó durante la Misa en la Casa Santa Marta que todos los hombres son pecadores y deben reconocerse como tales porque cuando se va más allá y se rechaza a Dios se cae en la corrupción.

"Los santos: aquellos que obedecen al Señor, aquellos que adoran al Señor, aquellos que no se olvidan del amor con el que el Señor ha hecho la viña"

El Papa Francisco explicó durante la Misa en la Casa Santa Marta que todos los hombres son pecadores y deben reconocerse como tales porque cuando se va más allá y se rechaza a Dios se cae en la corrupción.

Papa Francisco

“Así comenzó Judas: del pecado de la avaricia acabó en la corrupción. Es un camino peligroso el de la autonomía: los corruptos son muy desmemoriados, han olvidado este amor, con el cual el Señor ha hecho la viña, ¡los ha creado a ellos! ¡Han cortado esta relación con el amor! Y se vuelven adoradores de sí mismos. ¡Cuánto mal hacen los corruptos en la comunidad cristiana! Que el Señor nos libre de deslizarnos por este camino de la corrupción”.

Sin embargo, el Papa explicó que de la misma forma que los corruptos dañan la Iglesia, los santos son un modelo y hacen mucho bien.

Papa Francisco

“Los santos: aquellos que obedecen al Señor, aquellos que adoran al Señor, aquellos que no se olvidan del amor con el que el Señor ha hecho la viña. Los santos en la Iglesia. Y de la misma forma que los corruptos hacen tanto mal a la Iglesia, los santos hacen mucho bien. De los corruptos el apóstol Juan dice que son el anticristo, que están en medio de nosotros, pero que no son de los nuestros. De los santos la palabra de Dios nos habla como de la luz: 'aquellos que estarán delante del trono de Dios en adoración'. Pidamos hoy al Señor la gracia de sentirnos pecadores, pero pecadores de verdad, no pecadores en general, sino pecadores por esto, por esto y por esto, concreto. Con la concreción del pecado. La gracia de no convertirnos en corruptos: ¡pecadores sí, corruptos no! Y la gracia de avanzar por el camino de la santidad”.

El Papa tuvo también un recuerdo especial para su predecesor el beato Juan XXIII en el 50 aniversario de su fallecimiento.

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Extracto de la homilia del Papa

“Estos poquito a poco, se van deslizando hacia esa autonomía, la autonomía en su relación con Dios: '¡Nosotros no tenemos necesidad de ese Patrón, que no venga a molestarnos!'. Nosotros continuamos con esto. ¡Estos son los corruptos! Aquellos que eran pecadores como todos nosotros, pero que han dado un paso más, como consolidándose en el pecado: ¡No tienen necesidad de Dios! Pero es sólo apariencia, porque en su código genético está esa relación con Dios. Y como no pueden negarlo, crean un dios especial: ellos mismos son dios. Esos son los corruptos”.

Así comenzó Judas: del pecado, de la avaricia acabó en la corrupción. Es un camino peligroso el de la autonomía: los corruptos son muy desmemoriados, han olvidado este amor, con el cual el Señor ha hecho la viña, ¡los ha creado a ellos! ¡Han cortado esta relación con el amor! Y se vuelven adoradores de sí mismos. ¡Cuánto mal hacen los corruptos en la comunidad cristiana! Que el Señor nos libre de deslizarnos por este camino de la corrupción”.

“Y también están los santos. A mí me gusta hablar de los santos, en el 50 aniversario de la muerte del Papa Juan XXIII, modelo de Santidad.
Los santos son en este relato del evangelio aquellos que van a recoger el beneficio y no saben que les espera pero deben hacerlo y cumplen con su deber”.

“Los santos: aquellos que obedecen al Señor, aquellos que adoran al Señor, aquellos que no se olvidan del amor con el que el Señor ha hecho la viña. Los santos en la Iglesia. Y de la misma forma que los corruptos hacen tanto mal a la Iglesia, los santos hacen mucho bien. De los corruptos el apóstol Juan dice que son el anticristo, que están en medio de nosotros, pero que no son de los nuestros. De los santos la palabra de Dios nos habla como de la luz: 'aquellos que estarán delante del trono de Dios en adoración'. Pidamos hoy al Señor la gracia de sentirnos pecadores, pero pecadores de verdad, no pecadores en general, sino pecadores por esto, por esto y por esto, concreto. Con la concreción del pecado. La gracia de no convertirnos en corruptos: ¡pecadores sí, corruptos no! Y la gracia de avanzar por el camino de la santidad. Así sea”.

(Fuente: Radio Vaticana)

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