El Aula Pablo VI presentaba un miércoles más un lleno total. Como muchas personas se quedaron sin poder entrar, el Papa se acercó a saludarlas en la entrada.
Francisco se detuvo hoy especialmente para bendecir a los bebés. En su catequesis, el Papa explicó qué significa el milagro de la multiplicación de los panes y los peces y por qué lo hizo Jesús.
"Ese día el Maestro se dedicó a la gente. Su compasión no es un vago sentimiento. Muestra toda la fuerza de su voluntad de ser cercano a nosotros y salvarnos. Nos quiere mucho, mucho, y quiere ser cercano a nosotros”.
Dijo que esta compasión de Jesús hizo que buscara alimento para todos los que le seguían. También quiso que los discípulos se hicieran partícipes de su misión y por eso les pidió algo.
"Jesús se conmovió al ver a la multitud que estaba extenuada y hambrienta y salió a su encuentro para socorrerla. No solamente se preocupó de los que lo seguían sino que deseaba que sus discípulos se comprometieran en auxiliar al pueblo mandándoles: "Dadles vosotros de comer”.
Explicó que esa bendición de Jesússobre los cinco panes y los dos peces anuncia la Eucaristía que permite la comunión con Cristo y además hace que las personas sean cada vez más cercanas a los demás.
"Vivir la comunión con Cristo no tiene que ver con permanecer pasivos y extrañarse de la vida cotidiana. Al contrario, nos introduce siempre más y más en las relaciones con los hombres y las mujeres de nuestro tiempo para ofrecerles el signo concreto de la misericordia y de la atención de Cristo”.
Y al terminar, como cada miércoles, el Papa dedicó su saludo más especial a los enfermos que asistieron a la audiencia general.