Después de la oración inicial, Francisco les explicó en qué consiste la "sensibilidad eclesial y pastoral”.
"La sensibilidad eclesial, como buenos pastores, nos hace salir al pueblo de Dios para defenderlo de las colonizaciones ideológicas que le quitan la identidad y la dignidad humana”.
La sensibilidad eclesial, dijo el Papa, consiste además en no pasar por alto la corrupción pública y privada que ha empobrecido a muchas personas. Dijo además que requiere que permitan que los laicos tengan más protagonismo.
"Los laicos que tienen una formación cristiana auténtica no deberían necesitar a un obispo-piloto o un monseñor-piloto o un estímulo clerical para asumir la propia responsabilidad a todos los niveles, desde el político al social, del económico al legislativo”.
También aseguró que la sensibilidad eclesial se refleja en la colegialidad y la comunión. Explicó que estos dos aspectos se están descuidando. Por ejemplo, entre diócesis ricas y pobres, o dejando envejecer demasiado a los religiosos y religiosas en los conventos antes de fusionarlos con otros para que tengan más vida y puedan ofrecer mejor testimonio.