La Iglesia católica cuenta con 7 nuevos santos. Con esta fórmula en latín, pronunciada por Francisco, fueron elevados a los altares Pablo VI, monseñor Óscar Romero, las religiosas Nazaria Ignacia y María Catalina Kasper, los sacerdotes Francesco Spinelli y Vincenzo Romano y el jóven laico Nunzio Sulprizio.
“Declaramos y definimos santos y les inscribimos en el libro de los Santos”.
En su homilía el Papa reflexionó sobre la parábola del joven rico que rechazó unirse a Jesús. Francisco explicó que no todo se puede comprar o está sometido a la ley de la oferta y la demanda. Para seguir a Cristo, dijo, es necesario algo más.
FRANCISCO
“Ven, no te quedes parado, porque para ser de Jesús no es suficiente con no hacer nada malo. Sígueme, no vayas detrás de Jesús solo cuando te apetezca, sino búscalo cada día; no te conformes con observar los preceptos, con dar un poco de limosna y decir algunas oraciones”.
Por eso, Francisco recordó que hce falta dejar espacio en el corazón para Dios en lugar de tenerlo lleno con otras cosas.
FRANCISCO
“La riqueza es peligrosa y, – dice Jesús–, dificulta incluso la salvación. No porque Dios sea severo, ¡no! El problema está en nosotros: el tener demasiado, el querer demasiado sofoca nuestro corazón y nos hace incapaces de amar. Nuestro corazón es como un imán: se deja atraer por el amor, pero solo se adhiere por un lado y debe elegir entre amar a Dios o amar las riquezas del mundo; vivir para amar o vivir para sí mismo”.
El Papa invitó a rezar para pedir la gracia de liberarse de las seguridades del mundo y confiar plenamente en Jesús.
FRANCISCO
“Sin un salto hacia adelante en el amor, nuestra vida y nuestra Iglesia se enferman de “autocomplacencia egocéntrica”: se busca la alegría en cualquier placer pasajero, se cierra en la murmuración estéril, se acomoda en la monotonía de una vida cristiana sin ímpetu, en la que un poco de narcisismo cubre la tristeza de sentirse imperfecto”.
Por último, aseguró que aligerar el corazón de bienes hace que sea más libre para amar a Dios y transmitir la alegría. Tal y como hicieron estos nuevos siete santos.
Fuente: Rome reports