La revista científica americana PlosOne ha publicado el resultado de nuevos experimentos realizados en la Sábana Santa de Turín.
En estos nuevos hallazgos se confirma que la persona que envolvió el lienzo sufrió atroces torturas. De ello dan fe las partículas de creatinina e hidrato de hierro encontradas en el lienzo gracias a las últimas tecnologías. Estas partículas, según la publicación estadounidense, no se encuentran en un organismo sano.
“Puede parecer una banalidad. ¿Cómo es posible que no se llegara a esta conclusión viendo todo ese cuerpo ensangrentado e hinchado? Pues quienes negaban la autenticidad de la Sábana Santa decían que era una obra de arte y alguno incluyó llegó a inventar que era obra de Leonardo Da Vinci”.
Emanuela Marinelli es una de las mayores expertas mundiales sobre la Sábana Santa de Turín. Dice que este descubrimiento confirma que la sangre que hay en ella es humana y que no ha sido puesta sobre la tela por un artista con ningún tipo de técnica.
“No es sangre de un pollo como alguno ha dicho. Ni tampoco es sangre de cerdo como dijo uno de los científicos que hizo la prueba del Carbono 14. Es sangre humana. Hasta sabemos el grupo sanguíneo. Y es sangre que no ha sido puesta por alguien posteriormente. Es sangre que se ha coagulado sobre la piel de la persona torturada y asesinada que después se ha licuado parcialmente al entrar en contacto con la sábana”.
De hecho, la Sábana Santa no sólo apasiona a cristianos. En su último libro, Emanuela Marinelli muestra que también los musulmanes, allá por el siglo XIII ya reconocían su existencia.
“La novedad que sale en el libro es que mostramos fuentes musulmanas que eran desconocidas y que dicen que en el sureste de Turquía había un lienzo con la impronta de Cristo. Esta es una confirmación importante de su existencia porque no es una fuente cristiana. Muchas fuentes cristianas hablan de la existencia de la Sábana Santa en Turquía”.
A pesar de ser uno de los objetos más venerados por los cristianos, la Iglesia no se ha pronunciado oficialmente sobre la autenticidad de la Sábana Santa. La mortajas que supuestamente se dispusieron para el cuerpo de Jesús se custodian en la Catedral de Turín. De hecho, los papas han rezado ante ella en varias ocasiones.