Durante el Ángelus Francisco pone en guardia a los fieles ante los "comportamientos no cristianos".
Ciudad del Vaticano. 30 de marzo, 2014 (Vatican Insider)
Francisco pone en guardia ante la "tentación de juzgar a todos, incluso a Dios". Además indicó que existe el riesgo de sentirnos "presuntos videntes". Para evitarlo, hay que preguntarse "cómo es nuestro corazón" y volver a encender "en nosotros el don recibido del Bautismo". No debemos actuar como los "fariseos", alejar de nosotros los "comportamientos que no son cristianos, para caminar con decisión por la vía de la santidad": "Todos somos cristianos, pero todos a veces tenemos comportamientos que no son cristianos", subrayó el Papa hoy durante el Ángelus en la Plaza San Pedro, ante alrededor de 50 mil fieles reunidos. No cancelemos una buena obra con los "chismes", dijo Francisco, que cometó el Evangelio del ciego de nacimiento, retomando las ideas que expresó en su encuentro con 8 mil ciegos y sordomudos en audiencia.
Lo que el evangelista quiere mostrar, explicó el Papa en el Ángelus, "no es el milagro en sí", sino "lo que sucede después, las discusiones que suscita". "Muchas veces -explicó Francisco- una obra buena, una obra de caridad suscita discusiones y murmuraciones. Porque hay muchos que no quieren ver la verdad. El Evangelista quiere llamar la atención sobre esto que sucede también en nuestros días, cuando se hace una obra buena". "Mientras el ciego se acerca gradualmente a la luz -subrayó Bergoglio-, los doctores de la ley, al contrario, profundizan cada vez más en su ceguera interior. Cerrados en su presunción, creen tener ya la luz, por esto no se abren a la verdad de Jesús. Estos hacen de todo por negar la evidencia".
Y esa cerrazón se hace agresiva, y "desemboca en la expulsión del templo del hombre sanado". Entre el ciego que se acerca poco a poco a la fe y loa fariseos que ponen en tela de juicio la identidad del hombre sanado y niegan incluso la acción de Dios en la sanación, el Papa inica que debemos elegir al ciego de nacimiento, viviendo una vida "similar a la del ciego que se ha abierto a la luz, a Dios y a su gracia. A veces, es un poco como la de los fariseos: desde nuestro orgullo juzgamos a los otros ¡incluso al Señor! Hoy estamos invitados a abrirnos a la luz de Cristo para traer fruto a nuestra vida, para eliminar los comportamientos que no son cristianos. Todos somos cristianos, pero todos tenemos comportamientos no cristianos, que son pecado y debemos arrepentirnos de esto". Por ello, exhortó Bergoglio, hay que "eliminar los comportamientos no cristianos para caminar con decisión por el camino de la santidad. Esta tiene su origen en el Bautismo".
Por ello, el Papa aconsejó a todos los fieles: "cuando vuelvan a casa, tomen el Evangelio de Juan, lean esa cita, del capítulo 9, y verán cómo les hace bien; podrán ver ese camino de la ceguera a la luz y el camino malvado de una ceguera a una ceguera más profunda. Y preguntémonos: ¿Cómo está nuestro corazón? ¿Cómo es tu corazón, mi corazón? ¿Tengo un corazón abierto o cerrado? ¿Abierto o cerrado hacia Dios? ¿Abierto o cerrado hacia el prójimo?. Siempre Todos nosotros tenemos alguna cerrazón provocada por el pecado, por las equivocaciones, los errores". Francisco concluyó diciendo "¡No tengamos miedo! ¡No tengamos miedo!¡ Abrámonos a la luz de Dios! El nos espera siempre, nos espera siempre para hacernos ver mejor, para darnos más luz, para perdonarnos. No olvidemos esto: Él nos espera siempre".
Al final del Ángelus, Bergoglio saludó a las familias, a los grupos parroquiales, a las asociaciones y a los fieles presentes en San Pedro.