BARBARA JATTA
Directora, Museos Vaticanos
Este fue el deseo del Santo Padre el papa Francisco, que quería que se expusiera ante el mayor número de personas posible, y por eso lo pusimos aquí, a la entrada de los Museos Vaticanos por donde pasa todo el mundo...".
La embarcación mide más de 28 pies de largo y puede transportar a una docena de personas aproximadamente. Es una réplica exacta de la embarcación original que se descubrió a orillas del lago Tiberíades en 1986. No fue la barca del apóstol Pedro, pero sí una barca usada por los pescadores de la época.
MAURIZIO APONTE
Donante, Barca de San Pedro
Los materiales, todo estaba hecho de acuerdo con lo que había en Tierra Santa en ese momento. Por ejemplo, cedro, lino y cáñamo. Todo lo que se utilizaba para construir barcos hace 2000 años.
Instalar la embarcación no fue tarea sencilla. Pero la familia Aponte, quienes donaron la barca, en colaboración con el Instituto Diplomático Internacional de Roma, está encantada de que ahora sea accesible a los visitantes de los Museos.
MAURIZIO APONTE
Donante, Barca de San Pedro
Me siento muy honrado tanto por mi familia como por mí, porque pensé que nunca llegaríamos a esto. También porque al principio todo estaba pensado como un regalo privado al Santo Padre. Solo eso. Nada más.
Ahora, los casi 7 millones de personas que cada año pasan por los museos pasarán por delante de la barca, puesta ahí como recordatorio sobre los orígenes del primer papa y de toda la Iglesia.