MONGOLIA - Nace una nueva parroquia dedicada a la Divina MisericordiaUlaanbaatar
Hace 25 años no había ni un católico en Mongolia. Entonces llegaron tres misioneros católicos. Hoy ya son 70 misioneros, de 8 congregaciones y de 20 países distintos en Mongolia, un país tres veces más grande que España, con unos 3 millones de habitantes, la mitad en la capital. Hay ya unos 1.200 mongoles católicos.
Se trata de un signo de gran esperanza, que denota el crecimiento continuo del número de bautizados de la comunidad de Mongolia. La comunidad de la Divina Misericordia comenzó en 2013, cuando el misionero congoleño p. Prosperar Mbumba, CICM (Congregación del Corazón Inmaculado de María, también conocida como los Misioneros de Scheut, ed) comenzó a seguir a los tres católicos bautizados que vivían en esa ciudad.
El objetivo era asegurar y acompañar a esas personas en su vida de fe para que “no se quedasen como ovejas sin pastor”, explica el sacerdote a la Agencia Fides, que en aquel entonces era supervisor de una escuela infantil, para niños desfavorecidos dirigida por la Congregación del CICM desde 2002 .
“En ese momento - dice el padre Mbumba - una vez al mes celebraba la Eucaristía con los tres católicos. Recuerdo que en una ocasión, que estaba con algunos hermanos de comunidad, estábamos más sacerdotes que fieles en la celebración. En 2013, en la víspera de Navidad celebré la misa para dos personas y el día de Navidad con tres fieles”.
“Paso a paso - continua - la comunidad ha crecido, ya que los tres fieles comenzaron a traer a sus amigos, familiares, conocidos. Desde 2015, la comunidad se reúne todos los domingos y de ahí nació la idea de pedir el reconocimiento institucional. En 2016, durante el Año Jubilar de la Misericordia el gobierno local ha concedido permiso legal (que es necesario) a esta comunidad cristiana. Por esta razón, la comunidad ha tomado el nombre de la Divina Misericordia”.
Hoy el deseo es “crear y vivir una comunidad participativa donde los sacerdotes y laicos puedan irradiar el Evangelio y dar a conocer la presencia del Señor en el pueblo de Erdenet”, ha declarado el Obispo Wenceslao Padilla, dirigiendo su afectuoso saludo a los fieles de la nueva parroquia.
El padre Prosper Mbumba es ahora el primer párroco y con motivo de esta celebración, un adulto ha sido bautizado y ha recibido los sacramentos de la Confirmación y la Eucaristía.
Esta iglesia ha celebrado una boda y seis bautismos. Muchas personas, jóvenes y mayores, siguen las clases de catecismo. “La Iglesia católica en Mongolia, con sus 1.300 bautizados y un sacerdote nativo, mira hacia el futuro con confianza” concluye el p. Mbumba. (PA-MP)
(Agencia Fides)