El grupo extremista islámico ha forzado a miles de personas a escapar a países vecinos como Chad, Camerún y Níger.
Refugiada nigeriana
"Logramos escapar y corrimos hacia el lago. Encontramos una barca y comenzamos a remar. Los hombres de Boko Haram se subieron a otra y nos siguieron. Estuvieron disparando todo el tiempo”.
Quienes más sufren las consecuencias del violento conflicto entre Boko Haram y el ejército nigeriano son las mujeres y los niños.
La inestabilidad en Nigeria ha provocado el éxodo de un millón de personas. Según UNICEF, cerca de 10.000 han llegado en lo que va de enero a Chad. Viven en estos campos de refugiados. A los que tuvieron la suerte de sobrevivir, ahora les toca el reto de afrontar otras dificultades como la de vivir separados de sus familias y sin saber si están vivos.
Refugiada nigeriana
"Uno de mis hijos se quedó atrás con mi marido. No vinimos juntos. Estamos aquí con otros de la aldea con quienes escapamos. Estoy muy preocupada y tengo el corazón roto. No sé en qué situación está, si está atrapado o si ha logrado escapar”.
Los refugiados viven en estas tiendas levantadas por grupos de ayuda humanitaria como UNICEF mientras esperan la oportunidad de recuperar sus vidas.