Los arqueólogos de Jerusalén excavan una calle por la que transitó Jesús

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Más y más cerca de la calle de peregrinación donde Jesús curó al ciego

 

Hace tres años, los investigadores de la Universidad de Tel Aviv anunciaron el descubrimiento de una ruta de peregrinación en el Parque Nacional de los Muros de Jerusalén que conectaría el Monte del Templo con la Piscina de Siloé.

 

Desde entonces las investigaciones no han cesado y los abundantes hallazgos están cada vez más cerca de confirmar lo que parece cada vez más evidente: tendría unos 2.000 años de antigüedad, habría sido usado en tiempos de Herodes el Grande y muy probablemente transitado por el mismo Jesús.

Pero los investigadores no dispondrán de todo el tiempo que necesitarían o les gustaría tener para desarrollar el trabajo en perfectas condiciones.

Yehuel Zelinger, un reconocido arqueólogo con más de 30 años de trabajo de campo en Jerusalén y buen conocedor del hallazgo, afirmó a OSV News la aceleración de las investigaciones con motivo de nuevos proyectos de construcción que amenazan el yacimiento.

Por ello, el arqueólogo destacó la importancia de apresurar la labor de documentación y preservación de la mayor cantidad posible de evidencias antes de que sea demasiado tarde.

«Hay tanta construcción y desarrollo que tenemos que recabar todo lo posible en este momento porque de lo contrario no tendremos los datos», urge Zelinger.

Donde Jesús curó al ciego de Siloé

La relevancia del hallazgo no es menor: situada en el Parque Nacional de los Muros de Jerusalén, esta calle fue transitada por los peregrinos que se dirigían desde el estanque de Siloé al Monte del Templo hace 2.000 años.

Se trata de dos monumentos con gran relevancia para el cristianismo  y las Sagradas Escrituras. El primero de ellos -cientos de años más antiguo que la ruta- fue transitado por el mismo Jesús durante su estancia en la ciudad santa, realizando milagros como la curación del ciego al que envió al estanque, mientras que el Monte del Templo ha sido venerado como un lugar sagrado durante miles de años.

El milagro es descrito por Juan:

En aquel tiempo Jesús vio al pasar a un hombre ciego de nacimiento, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, y untó con el barro los ojos del ciego y le dijo: `Vete, lávate en la piscina de Siloé´ (que quiere decir Enviado). Él fue, se lavó y volvió ya viendo… Y dijo Jesús: `Para un juicio he venido a este mundo: para que los que no ven, vean; y los que ven, se vuelvan ciegos´. Algunos fariseos que estaban con él oyeron esto y le dijeron: `Es que también nosotros somos ciegos?´ Jesús les respondió: `Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; pero, como decís: `Vemos´ vuestro pecado permanece´».

Una calle «especial» mandada construir por Pilato

Se cree que la excavación de de la ruta de peregrinación, que actualmente se encuentra bajo varias casas, fue transitado especialmente durante las principales celebraciones peregrinaciones durante el reinado de Herodes el Grande.

La gran importancia de esta vía de 800 metros de largo y 6 de ancho no es una mera hipótesis, pues «si se tratara de un simple pasadizo que conectase el punto A con el punto B, no habría necesidad de construir una calle tan grande», expresaron los doctores Joe Uziel y Moran Hagbi, arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel.

«Como mínimo tiene 8 metros de ancho. Esto, junto con su piedra finamente tallada y sus ‘adornos’ ornamentados como un podio escalonado a lo largo de la calle, indica que se trataba de una calle especial«, confirmaron en su estudio de investigación al hallar la ruta de peregrinación.

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Mapa de la ciudad de Jerusalén y ruta de la peregrinación construida por Pilato. 

 

Otro aspecto relevante de esta «ruta de peregrinación» es su edificación en sí misma. Construida por mandato de Poncio Pilato, el camino también tendría un elaborado sistema de drenaje mediante escalones que permitirían que el agua se condujese bajo la calzada.  Entre otras funcionalidades de la misma, los arqueólogos barajan la posibilidad de que en ella se encontrase una suerte de mercado.

Monedas, nombres y otras evidencias que datan del tiempo de Jesús

Una hipótesis basada en los hallazgos  descubiertos por los 80 arqueólogos que investigan el área, entre los que destacan utensilios de cocina, joyas, cerámica y monedas, siendo estas últimas idóneas para la datación cronológica de los descubrimientos.

En 2019 ya se habían hallado 100 monedas atrapadas debajo de adoquines. Las últimas datan entre el 17 y el 31 después de Cristo, lo que proporciona una evidencia firme de que el trabajo comenzó y se completó durante el tiempo en que Poncio Pilato gobernó Judea.

«Datar usando monedas es muy exacto», aseguró Donald T. Ariel, arqueólogo y experto en monedas de la Autoridad de Antigüedades de Israel, y uno de los coautores del artículo escrito en el descubrimiento de la ruta.

Explica que como algunas monedas tienen el año en que fueron acuñadas, si una moneda con la fecha del año 30 después de Cristo se encuentra debajo de la calle, «la calle tuvo que construirse en el mismo año o después de que esa moneda fuera acuñada».

La profesora de hebreo y arameo y arqueóloga colaboradora en Tierra Santa desde 1996, Ca

 

yetana Johnson, ha subrayado en varias ocasiones semejantes la importancia de los hallazgos anexos a la piscina de Siloé.

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Entrevistada por Alfa y Omega, recordó su experiencia de 2016, cuando trabajó en la entrada sur a Jerusalén a través de la calle de Justiniano, muy cercana a  la piscina donde el ciego fue curado.

«En la época del segundo templo los peregrinos subían por allí, después de purificarse en la piscina de Siloé, cantando los salmos. La subida es bastante pronunciada, y les servía para reflexionar y prepararse para lo que iban a encontrar. Los cristianos hacían este mismo itinerario: comenzaban su camino hasta el Santo Sepulcro recordando el milagro de la curación del ciego en la piscina«,explicó Johnson.

Destaca, además, la abundante afluencia de gente que debía darse en aquella zona, especialmente por las «pulidísimas» piedras del suelo halladas en las excavaciones.

«Antes de la entrada había albergues para curarse (muchos venían con enfermedades) y asearse, y por todas partes se encuentran monedas. También colgantes con forma de cruz. Hace unos años apareció un colgante con forma de librito, que en un lado tiene tallada una cruz y en el otro una imagen borrosa, que puede representar a Jesús como buen pastor (con pelo corto y sin barba)», mencionó la arqueóloga.

Con todo, las excavaciones aún no están concluidas, quedando todavía unos 90 metros para completar el recorrido de los peregrinos.

Para Zelinger, «lo más importante» pasa por publicar los hallazgos de cara a la comunidad científica y el público, elaborados en base a los procedimientos de datación científica así como en base a las evidencias materiales literarias o monetarias. También emplean como complemento las fuentes históricas y especialmente las Sagradas Escrituras, donde se muestran nombres como los que aparecen representados en inscripciones de la ruta.

«No significa que sea la misma persona, pero significa que el nombre se empleaba durante ese periodo» o bien que «podría ser familiar» de alguien que aparezca en la Biblia. «Esto son solo detalles, pero con ellos se construye la historia en conjunto», concluyó el arqueólogo.

 

 

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