El apoyo a víctimas de catástrofes naturales y su consuelo a los niños abandonados de Filipinas y la invitación a las familias a estar unidas fueron algunos de los mensajes que Francisco dejó en este viaje.
"Como muchas voces en vuestro país han señalado, es más necesario ahora que nunca que los líderes políticos se distingan por su honestidad, integridad y compromiso con el bien común. De esta manera ayudarán a preservar los abundantes recursos naturales y humanos con que Dios ha bendecido este país”.
"La Iglesia está llamada a reconocer y combatir las causas de la desigualdad y la injusticia profundamente arraigada, que deforman el rostro de la sociedad filipina”.
"Cuando en una familia se pierde la capacidad de soñar los chicos no crecen, el amor no crece, la vida se debilita y se apaga”.
"Y así como nuestros pueblos, en un momento de su historia llegaron a la madurez de decirle 'no' a cualquier colonización política, como familias tenemos que ser muy, muy sagaces, muy hábiles, muy fuertes para decir 'no' a cualquier intento de colonización ideológica sobre la familia”.
"Vio esta amenaza de destrucción de la familia por la privación de los hijos. Pablo VI era valiente. Era un buen pastor. Y alertó a sus ovejas sobre los lobos que venían”
"Tantos de ustedes se han preguntado mirando a Cristo: ¿por qué Señor? Y el Señor responde al corazón de cada uno, desde su corazón. Yo no tengo otras palabras que decirles. Miremos a Cristo, Él es el Señor y Él nos comprende porque pasó por todas las pruebas que nos sobrevienen a nosotros”.
"¿Por qué Dios permite que pase esto, si los niños no tienen la culpa? ¿Y por qué nos ayudan tan pocas personas?”.
"Presten ustedes atención. Ella hoy ha hecho la única pregunta que no tiene respuesta. Y no le alcanzaron las palabras, necesitó decirlas con lágrimas. Los invito a que cada uno se pregunte: ¿yo aprendí a llorar? ¿A llorar cuando veo un niño con hambre, un niño drogado en la calle, un niño que no tiene casa, un niño abandonado, un niño abusado, un niño usado por la sociedad como esclavo? ¿O mi llanto es el llanto caprichoso de quien llora porque querría algo más?”.