La grandeza de la vida monástica abre sus puertas a la gente del S.XXI
Por primera vez (con el documental "libres"), una producción cinematográfica penetra en los muros de doce monasterios para llevar al espectador por un fascinante y cautivador viaje hacia la libertad interior de hombres y mujeres contemplativos.
¿Cómo es posible que una mujer o un hombre, en pleno siglo XXI, decida encerrarse entre los cuatro muros de un monasterio para ser libre? Si usted se ha hecho alguna vez esta pregunta, ahora puede ver y escuchar finalmente una respuesta de primera mano.
El título es Libres. Estamos hablando de la primera película producida por Variopinto Producciones y Bosco Films, que se estrenará en cines de España el 21 de abril, y, en otoño, en Estados Unidos e Hispanoamérica.
La cinta constituye un viaje espiritual que permite encontrar cara a cara, como nunca antes, a esos hombres y mujeres, que han escogido una vida en libertad, lejos de toda comodidad y dentro de cuatro muros, lo que para muchos sería una locura.
Libres es un reloj de cuerda, en el que la banda sonora de Óscar Martín Leanizbarrutia, la fotografía de Carlos de la Rosa, el guion de Javier Lorenzo y la dirección de Santos Blanco, se ponen en marcha, para mostrarnos lo que no te esperas: la belleza de la naturaleza, la profundidad de una vela encendida o la risa de una anciana monja…
Doce monasterios, algo único
El documental, en primer lugar, es único, pues
por primera vez en la historia las cámaras han logrado penetrar en doce conventos y monasterios, todos ellos en
España, conocida como «el pulmón de la vida contemplativa», ya que nuestro país es el que más monasterios, conventos y abadías mantiene en la actualidad: cerca de 750.
La realización del documental se llevó a cabo en varias provincias de España entre ellas Burgos, Madrid, Navarra o Salamanca, en monasterios, como los de San Pedro de Cardeña, Las Batuecas y Monasterio Leire, entre otros.
Para el equipo de producción, lograr el acceso a estos lugares misteriosos y místicos ha sido un gran reto. Lo consiguieron gracias al apoyo de la
Fundación DeClausura. Ahora bien, lo más difícil no era abrir las puertas de los conventos.
Lo más excepcional ha sido abrir los corazones de todas esas almas acostumbradas a vivir alejadas del mundanal ruido, capaces de hablar en esta ocasión con las cámaras con una naturalidad desarmante.
Ritmo narrativo único
En segundo lugar, Libres es una producción única, pues ha sorteado con absoluta genialidad el riesgo narrativo de filmar tantos y tan variados testimonios.
Cada una de las vidas que presenta a todo color es única, enganchando al espectador con su aventura vital. Cada uno de estos contemplativos nos lleva de la mano a través de su viaje interior hacia la libertad, en el silencio de sus celdas, con el único sonido de la creación que les rodea.
El rodaje de esta película ha exigido mucho esmero. Las imágenes denotan sumo respeto. Crea así una verdadera complicidad con estos testigos del espíritu. La cámara ha entrado en el silencio y la paz de sus corazones. Y la experiencia es contagiosa, única.
Libres muestra a hombres y mujeres de carne y hueso, con pasados muy diferentes, con sus grandezas y sus limitaciones.
La producción no nos presenta siquiera sus nombres, pero nos permite como nunca antes escuchar su voz y contemplar su rostro, su mirada. De este modo, nos deja entrever la humana realidad de estas vidas, el sentido profundo de su felicidad, algo que el mundo sabe que está ahí, pero no comprende.