Esto implica que algunas de las primeras representaciones de Jesús ofrecen una valiosa perspectiva de la diversidad de estilos iconográficos de los lugares y las personas que compusieron la antigua cristiandad. Aquí tenéis una lista de las seis representaciones más antiguas de Jesús conocidas por los historiadores:
Este “grafiti”, que representa a una persona mirando a un hombre con cabeza de burro siendo crucificado, fue grabado en yeso en una pared de Roma durante el siglo I. Si te confunde u ofende el contenido de esta representación, es porque no fue creada como celebración de Jesús, sino como burla.
Durante el siglo I, el cristianismo no era una religión oficial y la mayoría de ciudadanos romanos miraba a sus practicantes con desconfianza y escepticismo. Este grafito probablemente fue creado para burlarse de “Alexámeno”, un cristiano, sugiriendo que adoraba a un Dios “cabeza de burro”.
De hecho, la inscripción que acompaña la imagen lee: “Alexámeno adorando a su dios”. Y el hecho de que el “Dios de Alexámeno” esté siendo crucificado lo empeora aún más, ya que durante el siglo I la crucifixión era un castigo reservado a los autores de delitos más graves.
Aunque los Evangelios no nos ofrecen una descripción física de Jesús, sí presentan muchas caracterizaciones figurativas que lo describen. Quizás la más sorprendente sea la metáfora del “Buen Pastor”. En el Evangelio de Juan (10,11 y 10,14), Jesús afirma: “Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas”.
Así que no es sorprendente que muchos de los primeros artistas cristianos escogieran la imagen de un pastor para representar a Cristo. Y en su mayoría lo hicieron incorporando motivos pastorales ya existentes del arte griego y romano.
Esta imagen, pintada sobre los muros de las catacumbas de San Calixto en Roma, muestra a Jesús cargando con un ternero en su hombro, siguiendo la icónica figura del “moskophoros”, literalmente el “portador del ternero”, cuya primera representación en el arte griego antiguo data del 570 a. C.
Otra imagen de Cristo presentada en el Nuevo Testamento es la adoración de los Reyes Magos, descrita en Mateo 2,1-12. Como resultado, la “epifanía” fue una de las representaciones más populares de la vida de Cristo en los primeros días del cristianismo.
Esta imagen de los Reyes Magos adorando al Niño fue realizada para decorar un sarcófago del siglo III, que actualmente se conserva en el Museo Vaticano de Roma.
En un milagro de Jesús relatado en los Evangelios —Mateo (9,1-8), Marcos (2,1-12) y Lucas (5,17-26)—, Jesús cura a un paralítico en Capernaum, en la actual Israel. Desde entonces, este episodio ha sido un elemento recurrente de la iconografía cristiana.
Esta representación de la curación del paralítico, fechada en siglo III, se encontró en el baptisterio de una iglesia largo tiempo abandonada en Siria. Es una de las representaciones más antiguas de Cristo que hayan encontrado los historiadores.
Esta imagen de Cristo, del siglo IV, lo muestra entre san Pedro y san Pablo. Fue pintada en las catacumbas de San Marcelino y San Pedro en la Via Labicana en Roma, cerca de una villa que perteneció al emperador Constantino.
Bajo las tres figuras principales de la pintura encontramos a Gorgonio, Pedro, Marcelino y Tiburcio, cuatro mártires que habían sido enterrados en esas catacumbas y que son representados señalando al Cordero de Dios en su altar celestial.
La palabra griega pantocrator significa literalmente “el que tiene autoridad sobre todo”. Así se tradujeron al griego dos expresiones hebreas empleadas en el Antiguo Testamento para describir a Dios, el “Dios de las Huestes” (Sabaot) y “Todopoderoso” (El Shaddai). Para representar la cualidad de semejante poder, los iconógrafos bizantinos emplearon ciertas características, como la mano derecha abierta, que pudieran transmitir una sensación de poder y autoridad.
Esta imagen es el ejemplo conocido más antiguo de “Cristo Pantocrátor” en el mundo. La diferencia en las expresiones que muestran el lado derecho y el izquierdo del rostro de Jesús quizás sugiera su doble naturaleza humana y divina. Fue pintada en una tabla de madera durante el siglo VI o VII y actualmente se conserva en el monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí, en Egipto, uno de los monasterios más antiguos del mundo.
Vittoria Traverso