BELÉN, viernes 3 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).
Las Iglesias católica, ortodoxa y armenia han llegado a un acuerdo histórico, impulsado por la Autoridad Palestina, para la restauración del techo de la iglesia de la Natividad de Jesús, de Belén.
El custodio de Tierra Santa, el franciscano Pierbattista Pizzaballa; el patriarca griego ortodoxo Theophilos III, y el representante del patriarca armenio, Torkom II Manoogian, firmaron el acuerdo este jueves en Belén.
Lo hicieron en presencia del primer ministro palestino, M. Salam Fayyad y del consejero del presidente Mahmoud Abbas para los Asuntos Cristianos y presidente del Comité para la renovación de la iglesia, M. Ziad Al Bandak.
“Esta basílica, muy antigua y necesitada de restauración, se había convertido en el símbolo de nuestra incapacidad de hablar -explicó-. Espero que se convierta al contrario en el nuevo espacio en el que las Iglesias demostrarán su capacidad de colaborar”.
En efecto, para cualquier restauración de la basílica de la Natividad, como de todos los santuarios regidos por el Statu Quo, se necesita el acuerdo de los tres “co-propietarios”.
La insistencia del presidente de la Autoridad Nacional Palestina ha resultado fundamental para lograr el acuerdo.
Ya en noviembre de 2008, MahmoudAbbas había instado a las Iglesias a entenderse. Además, la Autoridad Palestina ha destinado un millón de dólares a la obra, según la agencia Agence France Presse (AFP).
En el acto de firma del acuerdo, estaba presente también el jefe del grupo internacional de expertos para la restauración, el profesor Remigio Rossi. Está previsto que la obra dure 150 días, y por el momento se desconoce la fecha de su inicio.
Intervención urgente
Lo que sí es evidente es la urgencia de las obras de restauración del templo; visitándolo en días de lluvia, pueden verse charcos en distintos puntos del interior.
De hecho, no se ha llevado a cabo ninguna obra de mantenimiento del techo desde la anterior restauración en 1832, de manera que está notablemente dañado, lo cual está causando también el deterioro de los restos de mosaicos y frescos.
Además de ser uno de los lugares santos más importantes de la cristiandad, donde según la tradición nació Jesús, la basílica de la Natividad de Belén es una de las iglesias más antiguas del mundo.
Construida a principios del siglo IV por el emperador Constantino y reconstruida a principios del siglo VI por el emperador Justiniano, se salvó durante las invasiones árabes del siglo VII porque los Reyes Magos representados en el edificio estaban revestidos de hábitos orientales.
Lo esencial de la estructura actual del techo se remonta a su mayor restauración, llevada acabo entre los años 1435 y 1479.
En el informe que la UNESCO dedicó al techo de la basílica de la Natividad en el año 2000, los expertos afirmaron que la antigüedad de un techo suele situarse en torno a los 150 años y se mostraron impresionados porque éste ha podido resistir tres veces más.