La tradición del Domingo Laetare

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El color litúrgico del cuarto domingo de cuaresma cambia al rosa, según una antigua tradición de la Iglesia. 

En el cuarto domingo de cuaresma el color litúrgico cambia el morado por el rosa. Se trata del Domingo Laetare, o Domingo de la Alegría. Es un modo a través del cual la Iglesia anima a sus fieles a culminar el período de penitencia cuaresmal pensando en la alegría de la resurrección de Cristo.

Se llama Domingo de la Alegría porque así comienza el introito de la misa: “Alégrate Jerusalén”. En Adviento también se suele hacer lo mismo aunque en el tercer domingo. Se le llama Domingo Gaudete. El motivo es el mismo: invitar a mirar hacia lo que está por venir, la salvación, y alegrarse por ello.

Por qué el Cuarto Domingo de Cuaresma es el Domingo de la Alegría?

FRANCISCO

Celebramos hoy el tercer domingo de Adviento. En la primera lectura, el profeta Isaías, invita a toda la tierra a alegrarse por la venida del Señor, que trae la salvación a su pueblo.

Hace siglos, en el cuarto domingo de Cuaresma, el papa recorría el camino que separaba San Juan de Letrán, catedral de Roma, a la basílica de la Santa Cruz, donde la tradición señala que se custodian pedazos de la Cruz de Cristo. Llevaba en la mano una rosa dorada que entregaba al prefecto de Roma. De ahí luego nació la costumbre de enviar una rosa dorada a los soberanos católicos, personalidades públicas o como regalos de los pontífices a la Virgen María.

No está claro este origen de por qué este protagonismo de la rosa, aunque se piensa que podría venir de la Antigua Roma, donde esta flor escenificaba el paso de la dureza del invierno a la alegría de la primavera.

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