La tierna historia de la religiosa de 91 años que conoció al Papa Francisco

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Estos son los verdaderos tesoros de la Iglesia


Se llama Guadalupe Velasco, tiene 91 años, lleva 57 años como Misionera de Cristo Jesús en una leprosería en la India y tiene una ilusión.

 
GUADALUPE VELASCO
Misionera de Cristo Jesús
"El Señor me da la vida. Me da fuerzas para seguir adelante y quisiera seguir hasta que me muera. Porque es mi vocación y me gusta hacer el bien como misionera de Cristo Jesús, hacer el bien lo más que puedo a todos”.
 
Este es uno de sus más grandes sueños pero otro es el que se ha hecho realidad durante su estancia en Roma.
 
GUADALUPE VELASCO
Misionera de Cristo Jesús
"Ver al Papa tan de cerca me hacía mucha ilusión y sobre todo el momento que llegó cuando pasábamos en fila. No fue mucho rato y entonces me dijo: "Muy bien, sigue adelante, sigue adelante””.
 
Conoció al Papa Francisco después de la audiencia general y pudo contarle un poco de su historia. Dice que fue uno de los momentos más inolvidables de su vida.
 
GUADALUPE VELASCO
Misionera de Cristo Jesús
"Me tomó de la mano fuerte y me dijo: "¡Qué bien, qué bien, qué bien!, ¡qué el Señor te siga ayudando. Y le dije: "Sí, y seguiré hasta que me muera con ellos”.
 
Y su vida daría para varios libros aunque Guadalupe se sonroja con solo pensarlo. Llegó a la India en 1948 para trabajar en una leprosería yese fue su primer y único destino. Allí lleva 57 años. Fue además la primera religiosa que llegó a una zona de la India donde no se conocía el Evangelio y ahora hay 50.000 católicos y colaboró con la Madre Teresa de Calcuta.
 
Ha curado miles de heridas, las que se ven y las que no. Por eso, no duda en decir que repetiría todo lo que ha hecho en su vida de principio a fin.
 
GUADALUPE VELASCO
Misionera de Cristo Jesús
"¿Si repetiría? ¡Ya lo creo que sí! Sí que repetiría porque es mi vocación misionera”.
 
Guadalupe pide ayuda para su leprosería porque el dinero no sobra y ayudan a decenas de familias. Le esperan 4 largos días de viaje hasta que llegue a a Tura, en la India. Dice que no le importa porque ese lugar y esas personas son toda su vida.
 

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