Después de incendiar la ciudad, Nerón se construyó un palacio imperial de ensueño. Se le conoce como la "Domus Aurea”, la Casa de Oro. Pasear por sus galerías es recorrer la Roma del primer siglo después de Cristo.
Arqueóloga, Domus Aurea
"Lo que queda hoy es una pequeña parte de este palacio inmenso que ocupaba las colinas del Palatino, Celio y Esquilino, además del Foro Romano. En fin: ocupaba de hecho casi todo el centro de la Roma de entonces”.
Desde hace siglos, la Domus Aurea está bajo tierra y carece de luz natural, algo que tiene sus pros y sus contras.
El agua y las raíces dañan poco a poco la estructura del edificio. Pero también generan un microclima perfecto para que no se pierdan 30 mil metros cuadrados de frescos.
Restauradora Jefa, Domus Aurea
"No es posible devolver los materiales a su estado originario. Porque si lo hiciéramos, si acabásemos de golpe con toda la humedad de este lugar, perderíamos todas las decoraciones”.
Después de años de restauración, se ha inaugurado la parte occidental de este monumento.
Con esta nueva visita, el público podrá admirar este milagro de piedra cargado de tiempo e historia.
Fuente: Rome Reports