Cientos de cristianos protestaron hoy en Nueva Delhi, después de la sospecha de un incendio premeditado que destruyó una Iglesia en la periferia oriental de la capital.
«El fuego fue aplicado durante las primeras horas de la madrugada –dijo a la agencia italiana ANSA el padre Mathew Kojickal, canciller de la arquidiócesis de Nueva Delhi– en diferentes partes de la Iglesia. Encontramos tanques de keroseno». En poco tiempo, antes de que llegaran los bomberos, el incendio destruyó completamente el altar, la sacristía y los balcones.
La Iglesia de San Sebastián, inaugurada en 2001, se encuentra en el barrio de Dilshad, en el que viven alrededor de mil familias católicas. Muchos cristianos trabajan en los grandes hospitales de la zona.
«No pretendo acusar a nadie –añadió el religioso–, pero seguramente estamos frente a un ataque planificado y bien preparado en contra de un lugar sacro de una minoría religiosa». El complejo, que está muy cerca de un templo hindú, cuenta con vigilancia durante la noche, pero el guardián no notó nada extraño.
Los responsables de la parroquia se quejan de que los investigadores de la policía no hayan llegado al lugar de los hechos inmediatamente; llegaron 10 horas después del incendio para reunir indicios. «Tuvimos que organizar una protesta en las calles –dijo el padre Kojikhal– para convencer a la policía de que enviara un equipo de investigación». Los manifestantes también hicieron una protesta frente a la comisaría.
Según algunos parroquianos, la minoría cristiana del barrio vive en armonía con las demás comunidades religiosas y no ha habido recientemente violencias o intimidaciones. Ayer, la Iglesia estaba llena, debido a la celebración de 17 comuniones. Algunos políticos del partido del Congreso, que ahora ocupa la oposición, se dirigieron al lugar de los hechos y condenaron lo sucedido: «Un ataque deliberado contra los cristianos», indicaron.
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