Tras descubrirse hace algunos años el «mosaico de los amores», uno de los mejores conservados del Alto Imperio Romano ahora, los arqueólogos, han encontrado una patena de vidrio en la que se puede ver una de las primeras representaciones iconográficas de Cristo de las que se tienen noticia.
La patena fue localizada en la campaña que se ha venido desarrollando durante este verano en la ciudad ibero-romana y los expertos la encontraron en el interior de una de las estancias de un edificio destinado al culto religioso, erigido en la segunda mitad del siglo IV d.C., y abandonado aproximadamente un siglo después».
Según se describe en el cuaderno de campo de los arqueólogos «la pieza, de 22 cm de diámetro y aproximadamente 4 cm de altura, presenta un estado de conservación excepcional (restituida en un 81% de su totalidad) y está realizada en vidrio de tonalidad verdosa, ejecutando el artesano la decoración mediante la técnica del esgrafiado».
El esquema compositivo muestra a tres personajes con aureola: la figura central, un Cristo en Majestad flanqueado por dos Apóstoles, probablemente Pedro y Pablo. La escena se desarrolla en el orbe celeste, enmarcada entre dos palmeras,que, en la iconografía cristiana, representan, entre otras cosas, la inmortalidad, el más allá, el cielo.
No hay muchos ejemplos similares exhumados en intervenciones arqueológicas en la Península Ibérica. Con respecto a los paralelos coetáneos próximos debemos citar el hallazgo de varios cuencos hemisféricos con iconografía similar, procedentes de las excavaciones de L'Almoina (Valencia) y la ciudad de Complutum (Alcalá de Henares).
La excepcionalidad de la pieza y el contexto de hallazgo de la misma han motivado una gran repercusión internacional.
Fuente: abc.es