El equipo de arqueólogos de Turquía el que está excavando desde hace tres años el denominado tercer sector del yacimiento arqueológico Ulpijana, primero descubrió los cimientos de la pila bautismal, y hace poco también lo que se esperaba y ansiaba tanto, los cimientos de la iglesia con mosaicos muy bien preservados e inscripciones que se refieren a los apóstoles Floro y Laurus, uno de los primeros que murieron por la fe en Cristo. El arqueólogo turco Haruk Celinkaya, dijo que después de la identificación, se está tratando de descubrir los límites de los muros de la iglesia.
“En base a las pruebas científicas disponibles, podemos confirmar que la iglesia data del siglo IV y que fue destruida en un terremoto y vuelta a construir en el siglo V. Esta iglesia es específica por el mosaico en el suelo. También se descubrieron los nombres de los donadores que financiaron la construcción. Esta iglesia es una de las más grandes en los Balcanes y una de las más grandes del período cristiano temprano”, destacó Celinkaya.
Los arqueólogos también están investigando intensamente las tumbas descubiertas y partes de la ciudad fortificada – la guarnición militar romana. En estos trabajos, destacó el arqueólogo Kemlaj Ljuci, participan también estudiantes de arqueología “Desde Triglav hasta el Danubio”. Este es una buena oportunidad para que los estudiantes perfeccionen sus conocimientos trabajando con colegas mayores y conozcan la técnica arqueológica.
El proyecto Ulpijana 2014 está dividido en tres partes, investigación y excavación arqueológica, restauración y conservación de los muros, destacó el arqueólogo Miljat Berisa y añadió que la tercera parte está dedicada al turismo arqueológico lo que supone el arreglo del terreno, la construcción de caminos y parqueos, para que los turistas puedan recorrer el yacimiento, dijo Berisa.
Las investigaciones en el yacimiento Ulpijana no acabaron. Los arqueólogos dicen que lo que se descubrió hasta ahora es una pequeña parte de la ciudad. Ulpijana era una ciudad rodeada de murallas, la que un fuerte terremoto arrasó el año 518. El emperador bizantino Justiniano hizo reconstruir la ciudad.