En el autobús le acompañaban los números uno y dos de cada departamento de la Curia.
El Papa nada más llegar saludó a los superiores de los Paulinos, los religiosos que se encargan de este lugar.
A Francisco y a sus acompañantes les esperan cinco días de silencio y oración. La primera cita cada día es a las 7,30 de la mañana para rezar el Breviario, y la última a las 19,30 para cenar.
Comenzaron con esta Adoración eucarística, a la que también asistió el predicador, el carmelita Bruno Secondin.