Con motivo de la conmemoración de los Fieles Difuntos este lunes por la tarde, en la necrópolis ubicada debajo de la actual basílica de San Pedro
El dos de noviembre es el día que la Iglesia dedica a los difuntos y es tradición que el Papa visite las grutas vaticanas. Las grutas vaticanas están situadas entre las plantas de las dos basílicas vaticanas, la construida por el emperador Constantino en el siglo IV y la actual. Hoy es una serie de pasillos, capillas y altares en los que se encuentran sepultados diversos pontífices.
El Santo Padre llegó a las 18 horas y rezó ante varias de las sepulturas, entre ellas, la del beato Paolo VI, la de Juan Pablo I, y la de Pío XII. La tumba de Juan Pablo II que antes estaba en las Grutas del Vaticano, actualmente está en la basílica, debido a la gran cantidad de peregrinos que le visitan. Ante la tumba de Pablo VI, Francisco se detuvo a rezar con particular recogimiento durante unos instantes.
Pablo VI fue uno de los pontífices que más ha influido sobre Francisco gracias a documentos como la Evangelii nuntiandi, la exhortación apostólica sobre la evangelización que firmó en diciembre de 1975.
Fue una visita sencilla y privada. Pocas personas asistieron a la oración que Francisco presidió por los difuntos.
Además, ayer a las 11.30, el Papa ha presidido una misa en la basílica de San Pedro por los cardenales, arzobispos y obispos fallecidos a lo largo del año. Los purpurados muertos entre el 26 de octubre de 2014 y el 26 de octubre de 2015 son 12, y los arzobispos y obispos son 99.