Así llamaban al Papa algunos afortunados peregrinos que pudieron estar en la base aérea de Washington donde aterrizó el avión papal.
Varios cardenales y obispos estadounidenses esperaron a pie de pista a Francisco que pudo escuchar claramente cómo le coreaban mientras bajaba del avión.
El presidente Barack Obama, junto a su esposa Michelle y a sus dos hijas, esperaron a Francisco al final de la escalinata. Después de los saludos oficiales, un grupo de niños le entregó unas flores.
El personal militar de la base se colocó a ambos lados del pasillo por el que caminaron Obama y el Papa. Después, ambos se reunieron en privado durante unos minutos.
Para el traslado de Francisco a la nunciatura, pensaron en este sencillo vehículo, un coche FIAT, quizá un guiño al Papa por tratarse de un modelo italiano. Destacaba entre los enormes coches de seguridad pero por ser un vehículo notablemente más pequeño. Pese a las apariencias y el tamaño del coche, el dispositivo de seguridad para la visita del Papa está más que controlado.