Recordó el papel central de las madres y dijo que ellas no siempre son apoyadas como se merecen.
"No siempre éstas son escuchadas ni ayudadas en la vida cotidiana, al contrario, a menudo son explotadas a causa de su disponibilidad. Ni siquiera la comunidad cristiana las valora convenientemente”.
Sin embargo, Francisco dijo que las madres son "el antídoto contra el individualismo” y las grandes enemigas de la guerra. Recordando al arzobispo, Óscar Romero, asesinado en El Salvador en 1980, dijo que ellas viven el llamado "martirio materno”.
"Una entrega total, sin aspavientos, en el silencio, la oración, el cumplimiento del deber. Ir dando la vida poco a poco”.
Francisco recordó que la Iglesia también es madre y pidió a todos los presentes que homenajearan con este aplauso a todas las madres.
"Y a todas las madres aquí presentes las saludamos con un aplauso”.
Al final el Papa saludó a los artistas del Golden Circus de Liana Orfei, quienes pusieron la nota de música y color en esta primera audiencia general de 2015.