En el papamóvil hay espacio para todos y esta vez el Papa quiso poner a prueba su capacidad. Subió en él a varios niños para ofrecerles un paseo único en la plaza de San Pedro.
Después Francisco protagonizó otra conmovedora escena: se detuvo sin prisas con este enfermo antes de comen zar su predicación sobre las obras de misericordia.
Esta vez habló de una que suscitó mucho interés: aguantar con paciencia a las personas molestas.
FRANCISCO
"Inmediatamente pensamos: ¿Cuánto tiempo tendré que aguantar los lamentos, chismes, peticiones o jactancias de esta persona?”.
Recordó la paciencia de Dios con los israelitas en el Antiguo Testamento. En el Nuevo Testamento, bromeó recordando las presiones que Cristo recibía por parte de la madre de dos de sus propios discípulos.
FRANCISCO
"Le dijo: Dispón que estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y otro a tu izquierda en tu reino. La madre hacía lobby por sus hijos”.
El Papa dijo que a la hora de aguantar a las personas molestas hay que recordar cuántas veces los demás nos han soportado.
Dijo también que esta obra de misericordia ofrece la oportunidad corregir al que se equivoca y enseñar al que no sabe.
FRANCISCO
"Enseñar a centrarse en lo esencial es una ayuda determinante, especialmente en un tiempo como el nuestro que parece haber perdido el rumbo y seguir satisfacciones inmediatas”.
Al concluir su catequesis el Papa recordó que el próximo domingo se celebrará la Jornada Mundial de los derechos de la infancia y la adolescencia. Reclamó que los derechos de los menores se protejan, especialmente, de las garras de la esclavitud.