El Papa explicó la primera obra de misericordia: dar de beber al sediento y de comer al hambriento. Dijo que la sociedad de nuestros días está anestesiada por un excesivo apegamiento a la cultura del bienestar, que vuelve a las personas "insensibles” a las necesidades ajenas.
Dios, dijo, está en el que sufre, en el que tiene sed y tiene hambre. Un cristiano, señaló, tiene que reconocer a Dios en esa persona.
CATEQUESIS DEL PAPA EN ESPAÑOL:
"Queridos hermanos y hermanas :
Como hemos escuchado en la Carta de Santiago, hay situaciones de necesidad entre nosotros que requieren una respuesta inmediata y urgente, como: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento; ambas son obras de misericordia corporales. Es muy dura la experiencia del hambre y la sed, y desgraciadamente es una realidad actual y cercana a nosotros. Cada día encontramos personas que sufren estos males y necesitan nuestra ayuda.
Jesús nos enseña a responder a estas necesidades con su ejemplo, y nos recuerda que «él es el pan de vida» y «quien tenga sed venga mí». Él mandó a sus discípulos que dieran de comer a la multitud, pero ellos sólo tenían cinco panes y dos peces. Jesús pronunció sobre estos la bendición y los partió, y al distribuirlos, todos quedaron saciados. Su ejemplo nos interpela y nos anima a reconocer que cuando damos nuestro poco al hermano necesitado se hace presente la ternura y la misericordia de Dios.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de
España yLatinoamérica. Los invito a salir al encuentro de las necesidades más básicas de los que encuentren a su camino, dando lo poco que tienen. Dios, a su vez, les corresponderá con su gracia y los colmará de una auténtica alegría. Muchas gracias”.