El anuncio del viaje del Papa a Azerbaiyán pilló a muchos por sorpresa. Poco se sabe sobre este país situado en el Cáucaso, a orillas del Mar Caspio, con un 95% de población musulmana.
Stefan Kormancik es uno de los pocos sacerdotes católicos que ha vivido en Azerbaiyán. Ayudó a comenzar la misión salesiana en el país, que atiende a la pequeñísima comunidad católica, de menos de 300 fieles. Él nos da las claves del viaje del Papa a este exótico destino.
"Antes de la visita de Juan Pablo II a Azerbaiyán el Estado no nos reconocía, porque somos una comunidad muy pequeña. Después de su viaje, nos dieron una parcela de terreno, construimos una iglesia, y construimos una comunidad pequeña pero muy influyente. Esperamos que la visita del Papa Francisco nos ayude a seguir en esta línea, y que ayude a que el Estado acepte cada vez las actividades de la Iglesia Católica”.
El conflicto de Nagorno-Karabakh es una disputa territorial entre Azerbaiyán y Armenia por esta región fronteriza, no musulmana y de etnia armenia. El conflicto comenzó en los noventa, y se ha cobrado cientos de vidas, incluidas las de 75 soldados el pasado mes de abril. Stefan Kormancik espera que la visita del Papa ayude a acercar posiciones entre ambas partes.
"Creo que nadie quiere que este conflicto siga: Tenemos que perdonar, ser misericordiosos y querer al prójimo. Esperamos que la visita del Papa transmita esa idea”.
En su viaje, el Papa se reunirá con el Gran Muftí del Cáucaso. Según Stefan Kormancik, Azerbaiyán es un ejemplo del espíritu de cooperación interreligiosa que defiende el Papa.
"En Azerbaiyán hay una situación muy especial en la que dos religiones conviven en paz y libertad. Nos visitamos los unos a los otros. Yo he participado en muchas celebraciones musulmanas, así como muchos musulmanes participan en fiestas cristianas. Eso no se ve muy a menudo”.
Tras su visita a Georgia, Francisco pasará el 2 de octubre en Azerbaiyán. Será una estancia corta pero intensa. Estas dos visitas, junto a su viaje a Armenia, sonprueba del esfuerzo que está haciendo el Papa por tender puentes con la regíón del Cáucaso.