Según el evangelista San Mateo, Jesús:
“después de ordenar a la multitud que se sentara en el suelo, tomó los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y se los dio a los discípulos, y los discípulos a la multitud. Todos comieron hasta saciarse. Se llevaron lo que sobró: siete cestas llenas”.
Este episodio narrado en los cuatro evangelios se celebra con una fiesta en Tabgha, en una zona cercana al mar de Galilea.
"Esta es una maravillosa tradición que se repite desde hace más de diez años. Cada año celebramos la fiesta de la multiplicación de los panes y los peces cerca del lugar tradicional de la multiplicación de los panes y los peces. Este es uno de los lugares más importantes aquí en el Mar de Galilea. Nuestra Iglesia de Tabgha, tiene su origen etimológico en una palabra árabe que proviene de la forma griega Heptapegon, que significa ‘siete fuentes’."
La Iglesia, bajo la administración de la Orden Benedictina, tiene rasgos que preservan la historia del lugar, como este mosaico que hace referencia a la multiplicación de los panes y los peces.
Es una idea teológica maravillosa de época bizantina. En la canasta cerca del altar vemos cuatro panes. ¿Dónde está el quinto? Porque en el evangelio leemos que eran cinco. El quinto está en el altar. Esta iglesia, así como la vemos hoy, es la tercera iglesia desde época bizantina. La Asociación Alemana la construyó a principios de la década de 1980. Podemos ver que es una iglesia como las de época bizantina.
Su Beatitud Pierbattista Pizzaballa presidió la celebración y en su homilía afirmó que entre las muchas cosas que se pueden comprar hoy, el amor y el Reino de Dios no tienen precio porque son gratis.
El mensaje de hoy de Tabgha en el que celebramos la Fiesta de la Multiplicación de los panes y los peces nos recuerda que también estamos hechos de vida eterna, hoy podemos comprar pan, podemos comprar muchas cosas, pero no la vida eterna. Esto es un regalo que viene del Señor. Y la vida eterna significa Su amor por nosotros. Este es el significado de la fiesta.
En el momento del ofertorio se presentaban panes y peces. Y al final de la celebración, siguiendo el ejemplo de Cristo, se repartieron los panes.