El día 6 de agosto de 2014 la mayor parte de la gente que vivía en Qaraqosh huyó ante la inminente llegada del Daesh y los continuos ataques a sus casas. Su familia huyó a Erbil y ella se quedó con su marido y su hija Cristina atrapada dos semanas en su ciudad natal a la espera de que la situación mejorase.
Un día entraron en su casa y les rompierontodos los objetos religiosos que tenían dentro. Desde entonces cada día les decían que si no se convertían les matarían.
A los 15 días, con un minibus, unas cuantas familias cristianas se disponían a huir de la ciudad. Dos miembros de Estado Islámico (uno de ellos se llamaba Fabel) detuvieron el autobús y arrancaron a Cristina (3 años) de los brazos de su madre.
Se la llevaron y durante mucho rato la madre de Cristina estuvo peleando por su hija. Finalmente uno de los altos mandos de Estado Islámico en la zona apareció con su hija subida al hombro y les dijo: “Si no os vais os mato” y los padres tuvieron que marchar sin su hija. Un año después todavía no se sabe nada de Cristina.
A la pregunta de si perdona a los que le arrebataron a su hija contesta: “Perdono a los que secuestraron a mi hija Cristina, e igual que Jesús en la Cruz, digo: “Padre, perdónales porque no saben lo que hacen“”
JAUME VIVES
Guardianes de la fe