Aquí colocamos un fragmento del edicto de Milán: ” (…) que a los cristianos y a todos los demás se conceda libre facultad de seguir la religión que a bien tengan (…) Así, pues, hemos promulgado con saludable y rectísimo criterio esta nuestra voluntad, para que a ninguno se niegue en absoluto la licencia de seguir o elegir la observancia y religión cristiana. Antes bien sea lícito a cada uno dedicar su alma a aquella religión que estimare convenirle”.
La errada idea de que el emperador Constantino fue quién “inventó” la Iglesia Católica y la divinidad de Jesucristo están presentes en el libro de Dan Brown de “El Código Da Vinci”.