Los fieles de la iglesia de Lingnei (Zhejiang) han reconstruido y vuelto a poner en su lugar la cruz que el gobierno había quitado el pasado 30 de julio. El abogado de la comunidad, siguiendo la ley china, define la remoción de cruces como un verdadero y auténtico “robo”.
La demolición de dicha cruz forma parte de la campaña. “Tres revisiones, una demolición” lanzada por el Partido comunista chino de Zhejiang hace casi dos años. Dicha campaña, según las autoridades, pone en la mira a los edificios “ilegales”, pero en realidad se están atacando edificios que fueron construidoscon todos los permisos legales. Hasta ahora se han destruido o dañado entre 1200 y 1500 edificios y cruces.
Los obispos, sacerdotes y fieles tratan de resistir siempre al abuso, pero a menudo terminan en la prisión.
La iglesia de Lignei fue destruida a las 4 de la mañana del 30 de julio pasado. El mismo día fueron demolidas las cruces de la iglesia católica de Gaosha y de otras capillas.
La comunidad de Lingnei contrató a un abogado de Beijing, Zhang kai, para ser asesorados sobre el marco legal de las demoliciones. Zhang encontró que ninguna organización oficial se ha hecho responsable de estos gestos. Sin justificaciónlegal, concluye él, las cruces deben considerarse “robadas” injustamente y por esto, reponerlas en su lugar no viola ninguna ley.
Justamente por esto, a las 9 de la noche del 30 de julio, los fieles de Lingnei han vuelto a poner la cruz en su lugar, trabajando febrilmente durante algunas horas.
(AsiaNews/China Aid)