En Raqqa (Siria) siguen 25 familias cristianas de las 1500 que vivían antes del conflicto sirio

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En Raqqa, la ciudad del norte de Siria que es un bastión de los yihadistas del Estado Islámico (IS) desde este 2014, residen sólo 23 familias cristianas de las 1500 que vivían allí antes del inicio del conflicto sirio.

En Raqqa (Siria) siguen 25 familias cristianas de las 1500 que vivían antes del conflicto sirio

En Raqqa, la ciudad del norte de Siria que es un bastión de los yihadistas del Estado Islámico (IS) desde este 2014, residen sólo 23 familias cristianas de las 1500 que vivían allí antes del inicio del conflicto sirio.

En Raqqa (Siria)  siguen 25 familias cristianas. Reiterada su obligación de pagar el “impuesto de protección”

En esta pequeña comunidad compuesta de cristianos armenios, que no han podido salir de la ciudad por falta de recursos o por su edad y su estado de salud, la violencia del fanatismo islamista les golpea incluso con el aspecto metódico de la práctica administrativa-burocrática: se les ha informado recientemente de los parámetros de la jizya, el “impuesto de protección” que tendrán que pagar a partir del 16 de noviembre si no quieren ser expulsados y desposeídos de sus hogares y que asciende al equivalente de 535 dólares. La información procedente de los mismos cristianos de Raqqa, ha sido publicada por el sitio web árabe ankawa.com. Con toda probabilidad, las familias cristianas, empobrecidas por la guerra, no encontrarán una maner a de pagar el impuesto y tendrán que abandonar sus hogares. 
La jizya es el impuesto que hasta el siglo XIX cada súbdito no-musulmán debía pagar a las autoridades islámicas como clausula del “pacto” que les garantizaba la protección de las agresiones externas y la libertad de culto.

En Raqqa los yihadistas del IS – que han tomado el control total de la ciudad desde los primeros meses del 2014, tras enfrentarse con otras facciones islamista anti-Assad – han transformado la iglesia armenia principal en una oficina para la gestión de los asuntos islámicos y para la promoción de la sharia. En la ciudad-bastión los milicianos del Estado Islámico ya han expropiado las propriedades de los cristianos que han huido y han organizado también acciones simbólicas, como la quema de biblias y libros cristianos. A los afiliados de la facción yihadista del IS se atribuye el secuestro del jesuita romano Paolo Dall’Oglio, desaparecido precisamente en Raqqa a finales de julio de 2013. 

(Agencia Fides ).

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